THE WILD | ❝ ¡esto no tiene ningún sentido! ❞
en donde anthony carter se esfuerza por alcanzar la perfección.
original de poseyfilms
traducido por lueaxwin
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CAPÍTULO DIECISIETE. . . el dúo dramático
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Me prometí a mí mismo que nunca volvería a Forks... sí, actualmente estoy rompiendo esa promesa.
Jacob condujo su motocicleta hasta el instituto, por lo que supuse que era un propósito de intimidación, pero yo me negué a subirme a una de esas máquinas de la muerte, y por tanto conduje mi fiel coche. Lo aparqué en una de las plazas del aparcamiento, y cuando me bajé, un montón de gente se me quedó mirando.
—Bonita moto, Black. —Me burlé, acercándome a donde Jake estaba apoyado despreocupadamente en el vehículo—. Hay tantas formas en las que podrías morir en esa cosa.
—No necesito otra lección de seguridad. —Me contestó, poniendo los ojos en blanco y luchando contra la sonrisa que vi que se abría paso en su cara—. Ya conozco la probabilidad de que mi moto explote, me lo dijiste esta mañana.
—¡Es algo importante que hay que saber! —le respondí, cruzando los brazos sobre mi camiseta negra demasiado ajustada. Un grupo de adolescentes pasó junto a nosotros, y una chica con el pelo especialmente grande me dedicó una tímida sonrisa. Me sonrojé y desvié la mirada mientras Jake se reía de mi torpeza. Le di una palmada en el brazo, poniendo los ojos en blanco— ¿Dónde está Bella? ¿Y por qué tengo que estar aquí?
—Está en ese coche, —señaló un Volvo plateado que entraba en el aparcamiento. Edward Cullen nos vio y murmuró algo a la chica que estaba a su lado—. Y porque venir a Forks es lo nuestro ahora, ¿recuerdas?
—¿Por qué lo nuestro no puede ser hacer pizza, o jugar al fútbol, o algo que no sea físicamente doloroso? 19
Jacob me mandó callar mientras Bella y Edward salían del coche, y mi nariz se arrugó de inmediato en señal de disgusto. Jacob tenía una expresión similar, pero se obligó a relajar la cara cuando Bella se acercó a nosotros, con cara de no haber seguido mi consejo de tomar algunos suplementos de hierro.
—Creía que te habías ido de la ciudad.
—Baja el tono de acosador, —murmuré, lo suficientemente bajo como para que Bella no pudiera oírlo. Jacob me miró con el rabillo del ojo y yo levanté las manos en señal de rendición.
