Capítulo 43

14.1K 1.4K 1.1K
                                    

TAEHYUNG

No sé por qué, pero sentía un mal presentimiento.

Miro con el ceño fruncido mi teléfono antes de hechar un vistazo en la cristalera que daba al balcón. Eran más de las once de la noche, y Jungkook no había llegado. No lo había visto en todo el día y por más que intentaba llamarlo al móvil este me mandaba al buzón de voz. Estaba preocupado.

Namjoon-ssi aparece en mi campo de vista y suelta un suspiro prolongado antes de negar con la cabeza

-Nada aún- susurra alzando su móvil, indicando que a él tampoco le contestaba

Resoplo pasándome las manos sobre mis rizos oscuros, despeinandolos. ¿Dónde estaba metido Jungkook? ¿Cómo desapareció así como por arte de magia? El miedo crecía dentro de mí fuertemente mientras caminaba de aquí para allá mordiendome las uñas y mirando a cada tanto mi móvil esperando alguna señal de vida de mi pareja

Namjoon apoyado contra uno de los sillones del salón mantenía una expresión indiferente. Sé que fingía, y sabía que estaba preocupado. Sus dedos jugando entre sí y la leve tensión que había en su mandíbula lo delataban. Lo entendía, era su primo y parte de su familia

-Si en una hora no aparece llamaré a la policía ¿vale?- le anuncio y este sin problemas asiente antes de hacer una mueca

-No te preocupes Taehyung- hace una pausa- Jungkook puede ser un poco impulsivo pero sabe lo que hace. No voy a negarte que estoy preocupado, pero confío en él. Se sabe cuidar, y es una adulto bastante maduro cuando la situación lo requiere- dice antes de ponerse de pie e ir hacia la cocina

En parte Namjoon-ssi tenía razón, pero incluso sabiendo todo eso, no quitaba el hecho de que no levantaba las llamadas y andaba desaparecido casi veinticuatro horas. Es decir, si Jungkook quisiera estar sólo yo respetaría su espacio si almenos enviara un mensaje anunciando que llegaría tarde y no lo molestara. Todos siempre queríamos un momento a solas.

Pero Jungkook ni había dejado una nota, ni había dejado un mensaje. Y eso me estaba carcomiendo por dentro de la preocupación. Jungkook no era de las personas que desaparecía sin dejar rastro.

¿Y si le pasó algo?

Un nudo apretó mi garganta y sacudo la cabeza con brusquedad provocando que algunos rizos estorbaran mi vista. No quería ser pesimista. No quería pensar en negativo

Namjoon-ssi aparece sosteniendo dos tazas de café y me acerca una. Le agradezco en voz baja y ambos nos sentamos en el sofá en silencio perdidos en nuestros pensamientos internos. Soplo el líquido y doy un pequeño sorbo.

-Lo quieres mucho ¿verdad?

Miro sorprendido al hombre de mi lado por la pregunta, pero contesté con sinceridad

-Muchísimo- le digo sin pensar. Bajo la vista a mi taza rodeandola con ambas manos- Le quiero mucho...

-Ya veo...- hace una pausa recostandose contra el sofá y cruzando una de sus piernas. Sigo cada uno de sus movimientos y trago saliva. Namjoon-ssi se veía elegante incluso usando ropa deportiva de andar en casa. Era muy alto y las gafas le daban un toque de misterio y madurez. Me intimidaba. Me sentía muy pequeño e insignificante junto a su cuerpo musculoso e imponente.

Rasco de mi barbilla por los vellos de barba que iban naciendo de mi piel. Debo afeitarme. Esta cosa pica mucho, sin embargo no he tenido tiempo, ni ganas. Me sentía descuidado y torpe.

-Jungkook te contó lo de Iksoo ¿verdad?- asiento con la cabeza discretamente- ¿Y cómo te sientes al respecto? ¿Qué piensas?

-Qué pienso... -repito antes de observarlo. Sin embargo tuve que apartar mi mirada debido a que sus ojos me imponían demasiado- Bueno yo... Pienso que ese... señor, es un ser muy retorcido, quiero decir... ¿Hacerle eso a un niño? No tiene perdón, ni precio- digo en voz baja mirando fijamente el café de mi taza- Por su culpa Jungkook ahora tiene un trauma

CEO Jeon. [KookTae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora