Capítulo 44

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TAEHYUNG

Sentía que no podía respirar. Me dolía el pecho como si me hubieran clavado un puñal de clavos en mi corazón. Dios mío ¿Es normal que esto duela tanto? ¿Es normal sentir falta de aire? ¿Es normal sufrir de esta manera por otra persona?

Me muerdo el labio con tanta fuerza que mi piel se abrió y dejó brotar partículas de sangre. Bokshil en mi pecho se removió incómodo mientras caminaba torpemente hacia el elevador. No mires atrás, no mires atrás.

Podía sentir cómo iba dejando un desastre conforme me alejaba. Cosas estrellándose contra el suelo, una respiración acelerada y sus gritos. Los gritos de Jungkook. Los gritos de Jungkookie. Sollozo con fuerza cuando las puertas de metal se cerraron y comenzé a bajar. Me sentía horrible.

Me sentía mal conmigo mismo por hacer llorar al maldito amor de mi vida. Me dolió ver aquellos ojitos negros y bambis brillar con tristeza. Pero era lo mejor para ambos darnos un tiempo. Necesitaba sanar, necesitaba espacio familiar.

Y yo... Siento el peso leve del calibre-25 metido dentro de mi bolsillo. Vuelvo a sollozar. Aún me costaba creer... Me costaba creer cómo es que un niño podía pasar por tanto, como es que Jungkook pudo soportar todo ese secreto tan oscuro y nefasto dentro de sí mismo. Ahora todo tenía mucho sentido, ahora entendía esa relación tan falta de contacto físico con su madre.

Daehyun. Pienso y mi mente recobró aquella conversación tan extraña que tuvimos en la cocina esa vez cuando fui a conocer el resto de la familia de Jungkook: "A pesar de todo, sigue siendo mi hijo" "Lo quiero más que nada" "No fue su culpa" "El amor de una madre es más fuerte"

-Maldición... -susurro apoyándome contra la pared metálica y fría del ascensor. Mi vista nublada por las lágrimas logran ver mi reflejo del espacio reducido. Estaba hecho un desastre. Mis ojos rojos e hinchados por el llanto, mis cabellos rizados azabaches cayendo alrededor de mi cara con desorden y mi cara húmeda por las lágrimas

No sabía cómo tomarme esto. Es que... Tantas cosas tenían sentido, tantos comportamientos ¿cómo debía enfrentar esto? ¿Hice lo correcto? ¿Hice bien en dejar a Jungkook sólo en su estado? Dios mío, que alguien detenga esto. Que alguien me saque el corazón del pecho. Duele demasiado, duele mucho.

Sorbo mi nariz y limpio mi cara con las mangas de mi hoodie cuando el ascensor paró y las puertas se abrieron. Camino torpemente fuera de él. Bokshil se encoge, con inquietud entre mis brazos. Suspiro temblorosamente y le acaricio las orejas en un intento por consolarlo

Trago saliva y cuando estuve completamente fuera del edificio la enorme e imponente figura de Namjoon aparece en mi campo visual. El nombrado me ve y al prestar más atención a mi estado frunce el ceño y se acerca en grandes zancadas hacia mí

-¿Taehyung-ssi...?- dice confundido como nunca- ¿Qué demonios pasó?

Sin decir una palabra temblorosamente saco el arma de mi bolsillo y se la doy. El hombre abre levemente los ojos sorprendido.

-C-Cuida a Jungkook. P-Por favor- le suplico en voz baja. Namjoon aprieta la mandíbula, guarda el arma en su chaqueta y sin decir algo más, sale disparado hacia el ascensor. Retengo un sollozo y me abrazo

Dejo mi mochila caer al suelo de la calle y me siento sobre ella sin soltar a Bokshil. Las piernas me temblaban demasiado y necesitaba procesar lo que acababa de suceder. Me muerdo el labio

Jungkook, Daehyun. Daehyun, Jungkook. Iksoo.

Jungkook necesitaba ayuda profesional urgentemente. Ahora... Ahora entendía su comportamiento durante el sexo. Su rudeza. Su alejamiento físico con su madre. La mirada reconrosa de Jeongguk. Sus episodios de sonambulismo. Dios mío.

CEO Jeon. [KookTae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora