Extra II

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Me siento encima de la maleta y gruño sin poder cerrar la cremallera, hago fuerza y sonrío orgullosa al cerrarla. Veo a mi madre apoyada en el marco de la puerta mientras eleva una ceja al verme sentada en la maleta.

-Esa cremallera no va a aguantar- dice y me levanto de ella para mirarla.

-El piso de Ian tampoco está muy lejos- me encojo de hombros cogiendo la mochila con libretas y el ordenador.

- ¿Estás segura de esto? - me pregunta y veo cómo me mira preocupada, le sonrío de lado y la abrazo muy fuerte.

-Después de soñar cientos de veces con encontrar a alguien tan importante como lo es papá para ti, conocer a una persona y poder tener algo como tenéis vosotros...-sonrío inconscientemente- Creo que Ian es el indicado, en los años que llevamos juntos me ha demostrado mucho. Aparte su piso me queda más cerca de la universidad, desde aquí tengo mucho que caminar- digo y ella rueda los ojos

-Te intentamos enseñar a conducir, pero...

-Pero hay gente que no sirve para llevar una máquina de matar como hacéis vosotros- la interrumpo y ella se ríe negando con la cabeza

Me ayuda a bajar las bolsas y cuando las dejamos en la entrada huelo algo delicioso que proviene de la cocina. Cuando entro en la estancia veo a mi padre sacar una pizza, precocinada, del horno.

-Por lo menos esta es comestible- le dice mi madre y el gruñe lanzándole un paño de la cocina.

-No cuestiones mis dotes culinarios- le dice y ella sonríe divertida

-No cuestiono nada, solo digo la verdad, no vales para cocinar- se encoge de hombros acercándose a él.

Se oye a Eros llorar y me asomo viendo a Jay bajándolo con los brazos estirados, alejándolo lo más posible de su cuerpo, como si le quemara.

-Los dueños de esto que lo callen por favor- gruñe y mi madre rueda los ojos mientras mi padre lo coge mirando mal a su hijo.

Mi padre consigue que deje de llorar y me mira.

- ¿Te quedas a comer? - me pregunta mi padre y niego con la cabeza

-Ian y yo iremos con la tropa a comer. - le contesto y él sonríe

-Mejor, más comida para mi

- ¡Alexander! - lo regaña mi madre- Tu única hija se va de casa y lo único en lo que piensas es en que tienes más comida para engullir

-Si sigues así no vas a entrar en el traje para correr- dice mi hermano y mi padre lo fulmina con la mirada

-Bien, primero si tu problema es que es nuestra única hija podemos hacer más- le dice a mi madre haciéndome reír- Segundo, Ian hace tres meses que te lo quería decir y no tenía pelotas para hacerlo.

- ¿Y cómo lo sabes? - le pregunto frunciendo el ceño

-Porque el muy bobo me lo dijo, se pensaba que como trabaja conmigo, le iba a animar- dice y Eros se remueve en sus brazos y lo deja en el suelo dejándolo correr alrededor de la mesa- Se lo dije cientos de veces, pero te lo digo a ti para que quede claro, si te trata mal le doy semejante patada que esta vez acaba enterrado de verdad.

-Es verdad ¿Dónde está el muerto viviente? Tendría que estar aquí ayudándote a vaciar mi nueva habitación de juegos- dice Jay y lo miro mal

-Eso, tengo carrera esta tarde y tiene que arreglar el mecanismo de la moto- dice mi padre y Eros se choca con mis piernas haciendo que se caiga al suelo.

-Pero si es el chico más guapo de la casa- sonrío y lo elevo en brazos haciendo que se ría.

-Que sepas que eso me duele- me dice mi padre tocando su corazón dramáticamente

Universos opuestosWo Geschichten leben. Entdecke jetzt