Universos opuestos

Capítulo quince

Abrazo mis piernas sentada en el balancín del porche,llevo una hora esperando que mi madre vuelva de su ensayo. Mi padre me dijo que se marchó antes de tiempo hoy,por eso no la vi.

Reconozco su coche cuando lo veo entrar por la calle del vecindario poco después lo aparca en el garaje me bajo del balancín y entro en casa.

La veo entrar por la puerta que da a la cocina,saluda a mi padre y deja las bolsas de la comida que engulliremos hoy en la isla.

-Mamá...-le digo mirándola desde la entrada de la cocina

Me mira y mi padre nos sonríe para después ir al salón con Jay. Mi labio inferior tiembla y mis ojos se llenan de lágrimas.

-Lo siento muchísimo mamá-digo lanzándome a sus brazos empezando a llorar otra vez-Soy una estúpida no tendría que haber ido a ningún lado,te prometo que no te desobedecere nunca más- me abraza besando mi cabeza

-No eres estúpida cielo, es la adolescencia-dice sacándome una sonrisa- Te hace hacer cosas de las que luego no te enorgulleces pero de todo se aprende.

-¿Podrías llegar a perdonarme algún día?-le digo aún llorando

-Eso de algún día suena lejano, ¿ que te parece si te perdono ya?- pregunta sonriendo y hace que la mire- Y deja de llorar que no cree esa cara tan preciosa para verla llorar-limpia las lágrimas de mis mejillas.

-Te amo mamá-digo besando su mejilla muy fuerte

-Yo más cielo, tu y tu hermano sois mi razón de vivir-acaricia mi pelo

-¿Y yo?- escuchamos a mi padre.

Me separo de mi madre y lo veo asomado con mi hermano en la puerta de la cocina.

-Tu eres tonto -dice mi madre y mi hermano corre y abraza a mi madre conmigo

-Si venga, alejaos de ella que yo llegué antes que vosotros-dice apartandonos de mi madre

Mi padre la levanta y ella enrosca sus piernas en su cintura,miro a mi hermano nos entendemos al segundo y nos aferramos a las piernas de nuestro progenitor.

-¡Nosotros estuvimos dentro de ella nueve meses!-dice Jay

-¿Que te crees que yo no?- dice mi padre riéndose

-¡Alexander! -dice mi madre sonriendo

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Me estiro en la hamaca mientras tomo el sol al lado de mi madre.La miro y me guiña un ojo sonriendo.Estiro mi mano y la entrelazo con la suya.

Besa el dorso de mi mano sacándome una sonrisa.Escucho a mi hermano y a mi padre pelearse en la piscina.

-¡Intruso!- grita Jay y miro hacia la entrada del jardín que da a la calle.

Veo a Ian y sonrío levantándome de la hamaca,llego hasta la cancilla y la abro saliendo por esta.

-Hola -sonrio

-¡Tienes tres minutos o salgo con la manguera!-escucho gritar a mi padre.

Ruedo los ojos y veo a Ian reírse. Sonrío de lado y el me imita.

-¿Como estas Rapunzel? -dice y lo miro confundida

-¿Rapunzel?- me río mirándolo

-Claro,porque después de lo que pasó ayer pensé que tendría que venir a verte montado en caballo y tendrías que tirarme tu larga melena para que pudiese verte.

Me río negando con la cabeza.

-Esta todo arreglado, no tendría que haber jugado con la confianza de mis padres.Pero ya aprendí y se que no puedo comportarme como una niñata por una fiesta de mierda

-Me alegro-sonrie -Oye...¿te apetecería venir mañana a la tarde a tomar un helado?

-Claro,pero tengo entreno- digo recordando que hoy no he ido y me caerá una buena bronca

-Cuando salgas estaré ahí- dice y asiento sonriendo-Hasta mañana blondie

-Hasta mañana brownie- digo y beso su mejilla,beso su mejilla y cuando me voy a girar para entrar al jardín escucho a mi padre gritar

-¡Acabaron los tres minutos!- para después sentir un manguerazo en la espalda

-¡Papá!-chillo girandome intentando cubrirme con las manos.

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Corro y llego jadeando a la entrada del polideportivo. Veo a James y a mi entrenador en la pista así que vuelvo a correr para cambiarme.

Con lo a gusto que estaba yo en la piscina.

Mi entrenador me llamó y me echó la bronca de las broncas por no ir a la mañana así que he venido a la tarde una hora después de la hora establecida para el entreno.

Me cambio y antes de entrar a la pista la subdirectora del club se acerca a mi.

-Hola Yara- me dice

-Buenas tardes -le saludo sonriendo de lado

-Queria decirte que al acabar el entreno te pases por la oficina de la modista,tiene tu traje para las eliminatorias. - asiento y entro a la pista recibiendo una mirada muy fea de parte de mi entrenador.

Las siguientes dos horas se resumen en repetir,repetir constantemente nuestra rutina para que la semana que viene nada falle.

Me ducho en el pabellón y cuando acabo paso por la oficina de María,la modista, para medirme y llevarme el traje.

Mi madre me avisa de que está fuera y cuando voy a irme veo a James en el despacho de nuestro entrenador.

Está sentado en su silla mientras habla,muy acaloradamente, con alguien por teléfono.

-¡Necesito más joder!- grita estrellando su puño contra la madera del escritorio- Te pagaré pero no se cuando...¡No me puedes dejar así! -ruge y lanza el teléfono contra la pared.

Me arrimo un poco más a la puerta para ver qué hace.

Saca una bolsita con un polvo blanco en su interior y lo coloca en la madera, con un billete esnifa todo el polvo para después apoyar su cabeza en la silla.

Ahora si que estoy segura de lo que he visto porque llevo las gafas puestas.

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¡Hola,hola,hola!Soy yo otra vez. ¿Me extrañasteis?¡Yo si!

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