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Capítulo 36

CAPÍTULO 36

[Traición]

AAMON

Después del suceso que pasó en el cine, Lilith y yo salimos de ese lugar antes de que la policía llegará y nos interrogará. Por suerte no nos vieron cuando llegamos a los autos y nos fuimos de ahí.

El camino a la mansión se me estaba haciendo extremadamente largo, más de lo normal. El silencio reinó entre nosotros y yo no tenía cabeza para pensar en nada más que no fuera el puto secuestro.

Por unos segundos me obligué a no seguir pensando nada de eso, pero joder, no podía dejar de pensar que ahora mis hermanos están en manos del hombre que quiere a Lilith, y sabía el costo que implicaba ese secuestro.

Maldije una y otra vez en mi mente porque fuí tan idiota para no impedir que se los llevarán, no pude hacer nada y me odié por eso.

No pude pasar desapercibida la nota que me entregó uno de los hombres enemigos cuando estaban apunto de irse. No había visto su contenido ni tampoco lo había abierto. Lo tenía en mi bolsillo oculto para que la pelirroja a mi lado no se diera cuenta de ese pequeño detalle.

Volteé un poco la cabeza para mirar a la mujer en el asiento a mi lado. No pude pasar por alto su perfecto perfil. Tenía la cabeza recargada a la ventana del auto y no me miraba, tenía la vista en el exterior, perdida como si estuviese pensando tanto al tal punto de que su cabeza quisiese explotar.

Cuando creí que esa mujer no tenía sentimientos hacía nosotros me equivoqué porque ahora mismo solo veía preocupación y miedo en su rostro. Los mismos sentimientos que de seguro tienen mis ojos.

Me sorprendía que ella tenía esa capacidad de hablar y hacer que yo me sentará a escuchar como el mundo ardía entre sus labios.

Ella era fuego.

Y ahora hay que vivir hasta quemarse o talvez ya lo había hecho, me había quemado en su fuego, junto a ella y ni toda el agua del mundo podría ser capaz de apagar las llamas.

Cuando llegamos a la mansión bajamos de los autos todavía con el silencio en nosotros. No desapareció cuando entramos a la casa. Y tampoco cuando cada uno tomó rumbos diferentes, ella a su habitación después de cargar a Hela y yo a mi despacho.

Ya en el despacho me aseguré de cerrar la puerta para que ella no entrará mientras sacaba el papel de mi bolsillo. Me senté en uno de los sofás pero antes de abrir la nota fuí hasta el mini bar y me serví un vodka en un vaso de vidrio con hielos. El líquido frío me alivió un poco cuando hizo contacto con mi garganta seca y volví a sentarme.

Suspiré.

Suspiré porque todo esto se había salido de control. Nisiquiera el dolor de los golpes en mi cuerpo me importaba en estos momentos, lo único que quería era recuperar a mis hermanos y vengarme del puto hombre con máscara.

Decidido abrí la nota, frunciendo mi ceño cuando leí lo que había escrito con tinta negra y las palabras bien remarcadas para no perder ningún detalle.

Está nota es solo en caso de que mis hombres no pudieran capturar a tu chica pero si a tus dos hermanos en cambio de ella. ¿Quieres recuperarlos? ven está misma noche al callejón más oscuro de Fordel, sabrás cual es, no falles o ellos sufrirán las consecuencias.