~Temporada 2~
¡El festival deportivo está a la vuelta de la esquina! Los estudiantes de la U.A. deberán demostrar de qué están hechos para sobresalir en este importante evento.
Pero mientras las festividades rondan la U.A. un mal terrible acecha a...
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~La mente maestra detrás del plan~
~Narra: Katsuki Bakugo ~
No soy un perro, el junior lo es, no paso mucho y los villanos cruzaron ese muro que hizo el hijo de Elsa.
—¡¿Cuál es el don de ese imbécil?!
—Así que será por las malas—grito uno de ellos para después empezar a transformarse en alguna rara bestia— ¡Ahora si están en problemas!
El bastardo de las dos mitades no tardo en crear pilares de hielo hacia el tipo, que los rompía sin mucha dificultad, brinque hacia el impulsando con mis explosiones y después deje una en su espalda.
—¡Muere! — aterricé recargado en mi rodilla, y al ponerme de pie lo que sentí después fue un empujó.
—¡Cuñado! —el golpe lo recibió él por completo y salió volando.
—¡Kirishima!
—¡A un lado! —el grito del todo mitad se escuchó, impulse con una explosión saliendo del lugar de impacto.
—Así que saben pelear —caí junto al bicolor, quedando de espaldas, mirando de frente a ese villano de quinta.
—¿De dónde vienen?
—Claro como si le fuéramos a decirle a un par de perdedores —los secuaces cada vez eran mas estúpidos.
—¿Por qué razón les diríamos?
Cada uno pelearía con un maldito extra, pero eran algo entretenidos, ese maldito villano no dejaba de moverse, y era bastante resistente, ha soportado varias explosiones, y parece que no se cansa.
—¡No tengo tiempo para esto! —lleve mi mano al suelo dando un salto para después crear varias explosiones empezando a girar creando un impulso más fuerte atacando directamente— ¡¡ Impacto explosivo!! — el ataque le dio por completo logrando al fin noquear a ese animal raro.
—¡Bakugo! — no termine de voltear cuando una ráfaga de viento paso frente a mi rosando parte de mi brazo llevándose la manga de mi camisa.
—¿Qué demonio es esto?
—Eso es mi sudor —el tipo voltea con asco— Es nitroglicerina —sonríe burlonamente, una fuerte llamarada cubrió a ese tipo seguido de una fuerte explosión. Todoroki lo detuvo en un bloque de huelo, y recordé al tonto tiburón. Me acerque hasta donde él estaba, parecía no estar mal, pero seguía pegado a esa pared.
—¡Kirishima! ¿estás bien? —preguntó el todomitad, pero Kirishima solo tenía los ojos cerrados, se miraba asustado.
—No me puedo mover —decía asustado— ¿Me voy a morir? —este chico.