Capítulo 3

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Odiaba que la persiguieran. Fuese a donde fuese, allí estaba. Su mirada. Llegó un momento en el que no sabía si se trataba de su propia imaginación jugándola una mala pasada o que de verdad estaba allí. Flo solo sabía que hiciera lo que hiciera, siempre era bajo la mirada de James Potter.

Desde la segunda broma no la había dejado en paz ni un solo segundo. No entendía porque, pero el chico había optado por una actitud de protección hacía ella que la ponía muy nerviosa. Si se caía, él era el primero en tratar de levantarla. Si había que hacer parejas para cualquier actividad, él era el primero en ofrecerse. Siempre él y Florence estaba histérica intentando entender que narices pasaba.

- Yo creo que le gustas - dijo Anne mientras estaban las tres tumbadas en su cuarto - si no, es que no me entra en la cabeza.

- No creo, siempre ha estado super enamorado de Lily Evans - dijo Jess.

- ¿Entonces? - pregunto Anne de vuelta.

- Yo creo que simplemente es un cansino que está arrepentido por la broma - dijo Flo, cortando la conversación de sus amigas - pero vamos, que lo prefería cuando era invisible y me dejaba en paz.

Las amigas se miraron y decidieron dejar allí el tema. Estaban las tres muy hartas de James Potter, no solo Florence. Allá donde estuvieran, estaba él. Él y sus amigos. No querían perros guardianes y no querían a nadie vigilando sus movimientos. No necesitaban que estuvieran pendientes de ellas y mucho menos querían estar en el foco de mira de la gente.

Bajaron al Gran Comedor con paso decidido y se sentaron en sus asientos habituales. El desayuno era para ellas la mejor de las comidas, ya que no tenían que esperar a que sus compañeros llegaran. Simplemente iban y desayunaban lo que más les apeteciese. En las otras debían de esperar a una cierta hora, en la que a veces a lo mejor ni te apetecía comer.

Florence estaba a punto de beberse su chocolate caliente cuando sintió una presencia sentarse al lado. Sabía perfectamente de quien se trataba, aunque si fuera poco, los cuatro merodeadores estaban allí.

- No hace falta que estéis aquí - le dijo con la sonrisa más fingida que fue capaz de ponerle - James, de verdad. Esta todo bien, podéis volver a vuestra vida y dejarnos en paz.

- Pero yo quiero estar aquí - sonrió James - me caes bien, me pareces buena persona y quiero ser amigo tuyo. Queremos ser amigos vuestros, venga por favor.

James, como acto de buena voluntad, intentó pasarle a la chica el zumo de naranja al ver que tenía el vaso medio vacío. Pero, entre los nervios y la prisa, termino derramándoselo por encima.

- ¡Joder! - gritó Flo mientras se levantaba - mira James, sé que lo haces con buena intención, pero por favor. Déjame un rato sola.

Florence se fue del comedor mientras los merodeadores, Anne y Jess miraban a James.

- Eres tontísimo tío - le dijo Peter.

- Lo sé.

- Una duda - dijo Anne, a lo que Jess la miró con sorpresa - ¿por qué tanto interés en ser amigo nuestro, de Flo?

- Porque la cague con ella - dijo James - la cagamos y quiero arreglarlo. Parece simpática.

Las dos chicas asintieron y le prometieron al Gryffindor que hablarían con su amiga, intentando así que esta no fuera tan dura con él, siempre y cuando James prometiera que iba a dejar de seguirlas a todas partes.

***

Al salir del comedor, Florence pasó al lado de Lucius, Severus, Narcissa y Regulus. El joven Black la miró y vio como su camiseta estaba empapada de un líquido naranja que no tardó en adivinar que era zumo.

Just one look - Regulus BlackWhere stories live. Discover now