❄️ 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐂𝐈𝐀𝐋 𝐍𝐀𝐕𝐈𝐃𝐀𝐃❄️ˡᵗᵃᶜʰⁱ

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alternate universe.


El ligero calor que se acumulaba en su nariz le resultaba adorable, en otras circunstancias lo molestaría con apodos como Rodolfo El reno. Mirar sus ojitos brillar con la inocencia de un niño por lo que para muchos eran simples copos de nieve era quizá una de las cosas que amaba de él, Itachi era así, podía ser tan maduro y responsable en su vida como adulto pero se entusiasmaba con cosas tan simples como la nieve.

La tenue luz era suficiente para dejar admirar su perfil, desde sus pies descalzos sobre la afelpada alfombra marfil hasta su corta cabellera azabache revuelta cuál nido de pájaros, (t/n) suspiró, extrañaba peinar sus largas hebras en un sinfín  de tocados y la manera en la que se ondeaba con la suavidad del viento en sus largas caminatas por el parque bajo aquellos árboles de cerezo.

—Vuelve a la cama, te resfriarás, — susurró contra su oído acariciando la piel expuesta de su espalda mientras que con la otra mano sujetaba la frazada que cubría su desnudez, — Debes dormir para que santa Claus ponga tus regalos bajo el árbol.

—Estaría satisfecho con que la que estuviese debajo fueses tú, — sus impacientes manos liberaron de su agarre la manta acariciando su botón rosa.

—¿De nuevo? — jadeó con la cabeza ligeramente hacia atrás recibiendo los húmedos toques de mariposa sobre su piel, acarició las líneas rojizas que sus uñas habían marcado en pequeñas lunas horas antes. —¿No fue suficiente lo de hace un rato? Moriré si lo hacemos de nuevo, es demasiado.

—Nunca es suficiente, no importa cuánto lo hagamos. — besó para después morder su clavícula, como pedir perdón antes de cometer el acto. — aunque no queremos que mueras. 

Compartieron una sonrisa encaminandose entre besos y caricias de fuego hasta la cama,   reconociendo el cuerpo ajeno sin pudor alguno, en siete años de matrimonio no cabía algo tal como la vergüenza.  Había deseo, pasión y  sexo aunque también, desacuerdos, peleas y reconciliaciónes. Todo era un ciclo a lo que llamaban matrimonio.

Admiró a su esposo con lujo de detalle, repasando las huellas de sus besos sobre la piel tersa, bajando por su abdomen bien marcado producto de una estricta rutina de gimnacio, siguiendo a su vientre  y su erecto miembro, sus muslos firmes que solían cargarla hacia la habitación tal como su noche de bodas. El era todo un caballero y un excelente amante.

—Ponte en cuatro, cariño. 

Mordió y besó de nueva cuenta sus hombros para ascender hasta su oído.  — No la meteré por ahora.  — alargó la mano hasta el buró tomando una botella transparente vaciando lubricante desde el final de su espalda hasta el interior de sus muslos. — junta las piernas.

(T/n) obedeció deleitada con las suaves caricias sumergida en la pegajosa sensación de las manos de Itachi amasando su firme y suave trasero, acariciando de vez en cuando su húmeda feminidad. Él por su parte restregó su glande entre los suaves y mojados muslos, empapando su pene lo suficiente para deslizarse con agilidad entre estos comenzando a embestir entre ellos.

Ambos cuerpos moviéndose en sincronía, aumentando por ratos las simuladas penetraciónes y por otros haciéndolo más lento  alargando así el esperado éxtasis, — Dios, Itachi, simplemente mételo, — jadeó sucumbiendo ante el calor en sus entrañas.

—Crei que estabas exhausta, esposa. —jugó con su paciencia aunque igual de ansioso por hundirse en su ardiente interior.

(T/n) impulsada por el deseo cambio de posición quedando sobre su bien formado torso, restregando sus sexos en busca de mayor placer, — supongo que mi esposo podría encargarse de la casa.

—Me estás seduciendo, (t/n). Debes hacerte responsable. — gruñó aferrándose a su  cintura ayudándola a levantar sus caderas para al fin meterla.

—E-epera. — su respiración se pausó al escuchar un par de pequeñas pisadas acercarse a su habitación, la puerta  se abrió enseguida dejando ver una pequeña mata de cabellos azabache, el mini clon de su esposo, sus obsidianas relucían en lágrimas.

—No vino, Santa no vino, (n/h) es un niño malo, santa se enojo con (n/h) — las pequeñas lágrimas de su adoración de tres añitos fue suficiente para que el deseo se marchitara y floreciera en ambos la culpa.

Oh, pero era eso lo que Itachi había olvidado en el calor de la noche, tendrían que compensar a su pequeño hijo, y quizá darle el hermano que tanto quería.

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Lit, navidad fue el año pasado pero ñe,  estaré subiendo tres especiales de navidad más en estos días. Ahí humildemente 🌜

Akatsuki ❁ OneShots  Lemon❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora