☁︎ ᴋ ᴏ ɴ ᴀ ɴ ☁︎

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𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒇𝒓𝒊𝒐𝒔
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LOS BESOS QUE ALGUNA VEZ LE QUEMARON LA PIEL A CONTACTO esta vez fueron fríos e indiferentes. Oh hermoso ángel de iris ámbar, ¿cuándo fue que permití que hicieras de mi lo que quisieras?

Quizá fue aquella vez cuando me anime a robarte un beso debajo de la mesa, a hurtadillas de nuestro querido pelinaranja, ¿lo recuerdas? Teníamos catorce años, casi puedo rememorar en carne propia tu mirada sorprendida junto a aquella cachetada enmarcada en mi mejilla, al volver a nuestro asiento la risa escandalosa de Jiraya-sensei no se hizo esperar siendo el único de los chicos en comprender lo que había pasado, y yo, yo simplemente estaba en el limbo indecisa de ir al cielo ante el primer contacto de nuestros labios con sabor a gloria o directo al infierno cargando tu primer rechazo, las burlas del maestro y el cargo de conciencia con Yahiko quién siendo mi hermano mellizo me había contado lo mucho que te quería, lo único seguro era que para ese entonces ya me encontraba a tus pies.



Y ahora que he comenzado a reabrir las dulces heridas que marcó tu mísero amor en mi, ¿porqué no hablar sobre la primera vez en la que me besaste? Te encontrabas despechada ante la nueva integrante que tanto protegía Yahiko, en ese momento no fui capaz de ver tus verdaderos sentimientos y creí ingenua que el fuego reflejado en tus ojos era amor recíproco, fue tan grato el calor que emanaba tu tacto sobre mis resecos labios, la fiereza con la que reclamabas mi boca, acorralada entre tu escultural cuerpo y la dura pared del sótano deguste a profundidad el dulce sabor de tu saliva mezclándose a la mía, y producto de las caricias de tu lengua tibia en mi cavidad bucal me atreví a tomarte de las caderas y con sigilo explorar las curvas prohibidas de tus senos bajo aquella blusa, gran error. Te alejaste enseguida despojándome de tu calor y sin más te fuiste dejándome confundida y más enamorada si eso era posible, no quise notar la frialdad en tu mirada, en su lugar te justifique creyendo que te había avergonzado, ¡oh! mi dulce y timida Konan.


Como ese hubieron muchos besos más, aunque siempre en la oscuridad donde nadie nos descubriera, y claro, con el pasar del tiempo tus manos comenzaron a explorar mi piel y viceversa, la dulce primera vez, fue sin duda un gran paso que di contigo y con el que de nuevo creí significaba que lo que habíamos hecho entre las sábanas y tu cama era eso llamado amor.

Sin duda eres la única a la que le permití romperme el corazón en reiteradas ocasiones, si tenemos que elegir la más dolorosa elijo a la primera, once meses después de nuestra primera vez, casi un año en el que nuestros cuerpos comenzaron a encontrarse para acariciarse sin ropa interponiendose por la noche, mientras que por el día fingían ser indiferentes. Recuerdo la gran sonrisa en el rostro de mi hermano, lucia como un niño pequeño ante el regalo prometido y el regalo para mi sorpresa eras tu, ¿qué tan difícil era contarme que me correspondía dos días a la semana y el resto le pertenecías a Yahiko?

Fingí no saber que oficialmente eras suya y que a hurtadillas, por las noches, tu hermoso cabello se esparcía en mi almohada, como era el caso en este momento.

Mientras que de tus finos labios salen esos sonidos prohibidos, mi boca se divierte delineando tu duro pezón por sobre la blanca y fina tela del sostén. Tu hábil mano se encuentra en mi sexo con total libertad explorando con tus delgados y largos dedos mi cavidad arrancandome de vez en cuando un sonoro gemido, afuera hacia más de cuarenta grados y sin embargo el tacto de tus manos en mi interior logran estremecerme hasta los huesos por la frialdad con la que recorres mi cuerpo, como si no fuera más que un mero juguete para saciar tus bajos deseos. Pues bien cariño yo también me he sumado al juego, a diferencia tuya decidí que te tendría para poder llenar la necesidad del amor que nunca me diste, no se trata de quien es más cruel si no de quien de las dos logra pulverizar primero los escombros a los que aún llamo corazón. Tu boca a la que decidí llamar mi perdición ascendía desde el nacimiento de mis senos hasta mis labios que traicionando mi voluntad te permiten tomarlos a tu antojo, fríos. Así es como quiero sentirlos de ahora en adelante cariño, mis ojos que como siempre había cerrado en señal de entrega total temblaron abriéndose solo para hallar tu ámbar mirada, tu rostro demuestra la insatisfacción naciente al comprobar que a diferencia de todas las veces anteriores, no estaba temblando de bajo tu cuerpo.

Tu sonrisa ladina logró erizar mi cuerpo mientras con la repentina diversión en tu angelical rostro bajas delineando mi cuerpo con tu afilada lengua, mi respiración pierde toda calma ante la divina caricia, si bien no era literal logras abrir las heridas que creí no existian, un jadeo resbaló de mi garganta cuando tus labios besaron el interior de mi muslo, sabía lo que pretendías, con fuerza de voluntad que no poseía cerré las piernas a las que sin esfuerzo alguno separaste de nuevo, amor mío ¿No te das cuenta de que no hay más que tomar de mi? Tu lengua acaricia con tal maestría mi botón escondió entre mis piernas logrando que olvidase lo mucho te odio, ━━siempre.
Respondo derrotada ante la pregunta que inició este último encuentro, con fuerza logró aferrarme a las cálidas sábanas suspirando en mis adentros tu jodido nombre, tus largos y delgados dedos se abren paso entre mis húmedos pliegues en un delicioso y tormentoso compás impuesto por tu propio placer.

Con suaves caricias en mi muslo logras por un momento confundir mi juicio, mi terca mente trata de converse de que había sentimientos de por medio, que las caricias que tu fría boca ━━ mi perdición, ━━ sobre mis labios vaginales eran puros.

Maldigo el rubor en mis mejillas, hacía tanto tiempo atrás que no me avergonzaba estos actos, ¿Porque ahora?

Adelante cariño, puedes terminar de corromper mi templo como también lo hice en su momento cuando con deleite y el más puro de los placeres quise instruirte en el arte del sexo, al final tenías razón: La alumna superó a su maestra.

Continuó bajo su merced sin resistencia pues la presión en mi vientre así me condeba, anhelando sentir la gloria de sus caricias un poco mas, aunque el agudo chillido que había emitido mi boca me hace saber que el esperado climax llega dejando fluir al fin aquella tensión en mi vientre liberando mi escencia, no evito arquear la espalda mordiendo mi boca al punto de sangrar, pues decir tu nombre seria lo equivalente a pactar mi alma al demonio, y cariño, ese demonio no es otro más que tú.


Tus labios ━━ mi perdicion, ━━ con sabor a mí, lograron dejarme helada mientras veía tu profanado ━━cortecia mía,━━ aunque igual de perfecto cuerpo ser cubiertos por las extensas capas de blanca tela, suspiro con profunda dolencia poniendo en pie aún con las piernas temblorosas y lo que quedaba de mí acomodando la ropa interior para después llegar hasta tu espalda acomodando la gruesa faja de tela, el vestido tradicional en verdad te hace ver pura, como ese ángel el que creía serías.

━━No olvides tu promesa, pues yo no lo haré.━━ de nuevo, tu gélido rostro cerca del mío me hacen caer en la realidad. Ahora eres su esposa.

Un último beso aún más frío fue lo que dejaste, la diferencia era que tú no sabías, pues creías que lo haría, aunque amor mío, no tengo intención de que esto sea un siempre.

Tu cuerpo desaparece en el umbral de puerta, dejándome sola. Ganaste, al final no dejaste ni las cenizas de lo un día fué tuyo, mi corazón, tu corazón Konan.




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Digamos que es el primer girlxgirl que escribo, mejorará.

Creo.

Akatsuki ❁ OneShots  Lemon❁Where stories live. Discover now