Akatsuki ❁ OneShots Lemon❁

☀︎︎ ɪ ᴛ ᴀ ᴄ ʜ ɪ ☀︎︎

Las advertencia ya se las saben. Sigale leyendo.

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ITACHI NECESITA SEGUIR CINCO PASOS SIMPLES para pensar mejor las cosas antes de firmar los papeles del divorcio, seguirlos eran todo un rito casi religioso, el primer paso es besar la frente de sus dos hijos hijos.

Peinar con sus dedos los cortos cabellos del recién nacido mientras este vacía a una velocidad imprecionante la mamila de tibia leche mientras a su lado su primogénita se entretenía pintandole las uñas —Asi papá se ve más guapo, de fondo estaría sonando "abejita chiquitita" manteniendo a raya el orden en la sala de estar, su esposa estaría probablemente observandolos apoyada en el marco de la puerta manteniendo distancia en su berrinche, Izumi es de hecho una  buena madre, nadie iba a negarlo ni a ponerlo en duda.

Después de asegurarse de que ambos habían caido rendidos en cama y cuna enumeró lo que seguía, tomar una larga  ducha de agua tibia mientras buscaba online opciones de regalos ideales para la mujer con  la que estaba casado, no era algo opcional, siempre que había una discusión habían acordado que para hacer las pases debía mostrar un obsequio como ofrenda de paz.  Sea si tuvo culpa o fuese victima del supuestos sindrome psot  parto — Izumi se había escudado en esto para hacer y deshacer. — la ira y capricho de su mujer había recaído en él con tal agravio a que habían sido quemadas todas las corbatas, si se hubiese detenido ahí nunca había inclinado su furía tan lejos como lo es la ruptura del matrimonio. 

Fue cuando la agreción de Izumi llegó esta mañana al despertar y notar que su cabello había sido cortado. Y los mechones que antes caían bajo sus hombros ahora reposaban a duras penas bajo su mejilla, al lado de su almohada el arma criminal junto a los mechones mutilados.

El tercer pasó fue sencillo pues solo tuvo que comprar dicho obsequio de paz; Se decidió por un fino collar de plata con un dije de cuarzo, compró dos.

El cuarto paso era quizás lo que más disfrutaba, porque de hecho era un buen desquite.

— No jodas, es la segunda vez en lo que va del mes. — un beso depositado en la piel del cuerpo medio descubierto fue el inicio, mientras que sus aviles manos tomaban de la caja de terciopelo el collar y era abrochado en el cuello de la mujer mismo llamada "hermana de mi esposa"

—Pero te encanta que te joda, (t/n), ambos sabemos amas hacer esto. — aspiró el poco perceptible aroma de su piel.

— Lo admito, —giró y contempló el desastre, que si bien no lo hace menos guapo. — ella al menos dejó bien tu cabello. — bromeó mientras subía al regazo de su adorado cuñado, las manos masculinas ascendieron de sus piernas al interior de la falda redescubriendo para su placer y deleite que no llevaba ropa interior, acaririó la carne del interior de su muslo separando con el pulgar sus labios, separó los pliegues  y acarició todo menos el hinchado botón necesitado de atencion. Empapó sus dedos de los dedos fluidos metiendo de a poco ambos, suspiró cuando sus dígitos palparon la suave y húmeda cavidad. Su pene dió un respingo casi como si tuviera memoria de las veces que estuvo dentro en ese pequeño y estrecho lugar.

La mujer era quiza cinco años mayor que él, pero era todo lo que siempre quiso y se le negó. Ella misma le negó y le quitó sus sueños joviales en donde formaba un futuro juntos, su tonta venganza fué casarse con la caprichosa Izumi, su joven y bella hermana menor.

(T/n) bajó de su trono hasta el suelo tomando lugar entre las piernas, frustrada ante la falta de amor a su punto dulce a posta del hombre, abrio y apartó la tela del pantalón, pegó sus labios matizados en vino a la  firme y suave piel del abdomen masculino, trazó una linea de saliva de donde iba su ombligo hasta  el inicio de la pelvis cubierto por el elastico del boxer.