Darse cuenta

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Hay personas obstinadas, después de todo lo que pasó con Catra admití, para mí misma, que yo soy una de esas personas.

¿Por qué lo digo? Pues porque no fue hasta después de una experiencia bastante emocional que tuve que entender, diría que a la mala, que estaba enamorada de Catra.

Todo sucedió en la fiesta de quince años de la chica de ojos bicolor. Cualquiera en Latinoamérica sabe cómo son esas fiestas en su gran mayoría: grandes, extravagantes y llenas de gente. Usualmente algo como esto no me emocionaría, pero extrañamente en esa ocasión fue distinto.

—Toma —me dijo un día en la escuela ofreciéndome un sobre dorado con un lazo blanco—, es la invitación a mi fiesta. Enserio espero poder verte ahí Adora.

Terminando su invitación con un beso en mi mejilla. Estaba emocionada y aunque quisiera atribuirlo al beso, que no era el primero que me daba, sabía que era debido a la fiesta. La idea de poder pasar tiempo fuera de la escuela con Catra me sacó una sonrisa.

Si bien ella había cambiado su actitud, buscando acercarse más a mí, yo también había cambiado. Casi sin querer miraba más detenidamente a la castaña, dándome cuenta de cada parte de ella y lo linda que me parecía. También hablar con ella me resultaba más fácil, haciendo nuestras conversaciones más largas y fluidas.

—No puedo creer que Catra nos haya invitado a su fiesta —exclamó Netossa totalmente emocionada mientras caminábamos a la entrada del gran salón de eventos—, y todo fue gracia a ti Adora.

Sí, todos mis amigos habían sido invitados, pero jamás pensé que yo tuviera algo que ver.

—¿Por qué lo dices? —le pregunté extrañada a Netossa.

—Vamos Adora, es obvio que le agradas a Weaver —fue Mermista quien respondió.

Quizás Mermista tenía razón, pero no quería atribuirme ese mérito.

—Bueno, pero también Netossa, Spinnerella y Perfuma —intenté justificarme—, es porque hemos estado trabajando juntas.

—Estoy casi segura de que tú le agradas mucho más que nosotras Adora—declaró Spinny.

—Spinny tiene razón, ella solo habla conmigo si Scorpia también está ahí —confesó Perfuma.

—Yo ni siquiera he cruzado más de un par de palabras con ella y aun así me invitó —expresó Bow con asombro.

—Las pruebas hablan Adora, parece que Mermista tiene razón —dijo Glimmer picando mi costado.

—¿Bueno, vinimos a hablar sobre mí y Catra o a divertirnos? —pregunté intentando cambiar el tema.

Y funcionó pues sin más tardanza entramos al salón. Aquel lugar parecía un palacio, no tanto por el tamaño sino por la elegante decoración, candelabros y arreglos florales por todos lados, todo en blanco y dorado.

Examinando el salón con la mirada no tardamos en encontrar una mesa disponible al lado de otros chicos de nuestra escuela con los cuales nunca habíamos hablado. La música aún era de un volumen considerable por lo que pudimos hablar sobre todos los detalles de la fiesta durante un rato.

Entonces llegó el momento de la gran aparición de la quinceañera. Mientras atravesaba la puerta aprecié a Catra con su grandioso vestido, sus innumerables pecas y sus hermosos ojos bicolores. Mentiría sino dijera que mi corazón quería salirse de mi pecho y correr hacia quien era su dueña, incluso si yo aún no lo admitía.

Durante su baile yo solo podía admirarla, mientras recurrentemente suspiros se escapaban de mis labios. Al terminar todo aquello y después de la deliciosa cena, la pista de baile estuvo a disposición de todos los invitados.

Estaba con mis amigos haciendo el intento de bailar, pues no es que sea precisamente mi fuerte, cuando Catra se acercó a nosotros.

Casi ignorando a los demás se acercó directamente a mí con esa sonrisa suya que también me hacía sonreír.

—Me alegra mucho que hayas venido —me dijo acercando su rostro al mío para que pudiera oírla aun con el ruido— ¿Qué tal me veo?

Completando su pregunta con una vuelta haciendo a su vestido moverse con gracia.

—Siempre te ves hermosa Catra, pero hoy pareces una princesa —dije, mordiendo mi labio al instante al pensar en mis audaces palabras.

Vi a Catra reír con ternura.

—Eres tan adorable Adora —dijo acariciando mi mejilla, provocando que me estremeciera.

El lindo momento que estábamos pasando se vio interrumpido por alguien, DT se acercó a donde estabamos para bailar con Catra. No le había visto en todo la noche ¿De dónde había salido? Bueno, eso era lo que menos me importaba, simplemente volví a acercarme más a mis amigos.

Por un rato todo estuvo bien hasta que vi de reojo como bailaba aquel par. Una opresión apareció en mi pecho haciéndome doloroso respirar. La ex pareja bailaba bastante cerca con sonrisas en el rostro, aparentemente pasando un buen momento. No lo soporté más así que simplemente me fui a sentar esperando que eso ahuyentara mi dolor.

Un par de minutos después Bow llegó a sentarse a mi lado.

—Adora ¿Está todo bien? —me preguntó, usando un tono alto para que pudiera escucharlo por sobre la música.

Mirando hacia otro lado asentí.

—¿Podemos salir al jardín un rato? —me preguntó, otra vez casi gritando.

Volví a asentir. Al llegar a afuera, nos sentamos en una banca que, gracias a las paredes de cristal del salón, nos dejaba ver todo lo que sucedía adentro. Era doloroso ver a Catra con DT pero no podía apartar mis ojos.

—Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea Adora —manifestó con voz dulce mi mejor amigo.

Por unos cuantos minutos solo escuchamos los ruidos de la noche.

—No sé porque me siento así sabes, siento que mi pecho duele —solté sin más, cansada de lidiar con mis sentimientos yo sola.

—¿Te sientes mal? ¿Quieres que llamé a tus padres? —peguntó preocupado.

Parece que al no recibir una respuesta de mi parte y ver mi cara triste entendió que no se trataba de una urgencia médica.

—Oh —murmuró, para luego preguntar— ¿Qué te hizo sentir así?

Apreté los labios y respiré fuertemente. Decir algo en voz alta por alguna razón hace que todo se sienta más real.

—Ver a Catra bailando con DT —murmuré.

—¿Por qué crees que te hizo sentir así? —me preguntó tranquilamente.

—Porque hubiera preferido que ella bailara conmigo, incluso si realmente no se bailar —admití un tanto molesta, después un susurro triste salió de mis labios—. Esto es patético, yo lo soy.

—No Adora, no lo eres, eres una persona genial, solo... —Bow dejó a medias su discurso.

—¿Solo qué? —pregunté entre curiosa y angustiada.

—Mira no quiero interpretar tus sentimiento porque son solo tuyos —me dice calmadamente mientras pone una mano en mi hombro—, pero creo que estás enamorada de Catra.

Bow tenía razón. Solo escuchándolo de voz de alguien más fui capaz de admitirlo: Estaba enamorada de Catra Weaver. Estaba jodidamente enamorada de Catra Weaver.

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Por fin, nuestra rubia admitió que le gusta Catra, pero ¿Qué hará al respecto?

Estoy a la mitad de mi primer día de mi cuarto semestre en la universidad y ya me quiero dar de baja ¿Ustedes qué tal? Espero que bien.

Recuerdos de un primer amor [Catradora AU]Where stories live. Discover now