Fiesta en mi casa

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Entre intentar, sin resultados, no caer aún más ante los encantos de Catra llegaron las vacaciones de invierno.

Entre mi grupo de amigos era básicamente una tradición ir a mi casa después del último día de clases y pasar el día en la piscina, pero como desde que había conocido a Catra algo tenía que cambiar.

—Deberías invitar a Catra —me dijo Glimmer unos días antes.

—También deberías invitar a Scorpia —sugirió Perfuma ante el comentario de Catra.

—Si invitas a ambas también debes invitar a Entrapta —dijo Bow elocuentemente.

Después de la salida de la pista de patinaje nos habíamos vuelto más unidos con Catra y sus amigas. Aunque quería invitarlas, la idea de Catra en mi casa me ponía realmente nerviosa incluso si ya había sucedido.

No quería sucumbir ante la idea, pero incluso su padre lo sugirió.

—La próxima semana vienen tus amigos —dijo con cierto tono de pregunta, como si intentara recordar—. Deberías invitar a Catra, se ve que ustedes son cercanas.

Al final la invité y también a Scorpia y Entrapta ¿Sucumbí ante la presión? Tal vez. Aunque en realidad no, quizás solo hice lo que desde un inicio quería hacer.

Lo sé, suena confuso y hasta estúpido, pero ¿Qué esperaban? Las mentes de casi 15 años son así, confusas y estúpidas. Bueno quizás generalice de una mala manera, pero hablando de mi sí que era ambas cosas, quizás aun soy un poco así.

Llegado el ansiado por todos último día de clases Glimmer y Bow vinieron conmigo a mi casa, los demás nos alcanzarían más tarde.

Mi madre nos vino a recoger, pues mi padre estaba fuera de la ciudad, mientras conducía nos hizo una pregunta casual o eso creí.

—¿Traen su traje de baño?

—Sí, señora Grayskull —respondieron ambos de mis amigos.

Más tarde cuando busqué entre mi ropa y no logré encontrar el mío entendí que algo andaba mal.

—Yo te compré uno nuevo —dijo mi madre apareciendo en la puerta de mi habitación.

Dos piezas de color negro a las que sin duda llamaría muy pequeñas para mi gusto estaban entre sus manos. Con una sonrisa las dejó sobre mi cama.

—Ya es hora de que empieces mostrar tus encantos, sino ¿cómo conseguirás novio? —Más que un tono amable había usado uno de reproche.

¿Conseguir novio? Jamás me había interesado tener novio, incluso antes de enamorarme de Catra. Además aparte de Bow no iban a haber otros chicos ¿Por qué mi madre tenía esa idea?

De cualquier manera sus palabras me causaron un gran malestar, pero no fui capaz de decir nada. No quería pelear con ella si mis amigos estaban en mi casa.

—Bueno, yo saldré a hacer algunas cosas así que se quedan solos —dijo aun si dejar de sonreír con cierta altanería. Antes de salir por la puerta agregó—. Espero ver alguna foto de ustedes divirtiéndose.

Esa actitud resultaba tan normal en ella que no creía que significara nada, pero me equivoqué.

Murmurando maldiciones me vestí con la ropa nueva y fui en busca de mis amigos.

—Wow, Adora te ves muy bien —me elogió Glimmer al bajar por la escalera.

—Concuerdo con Glimmer —dijo Bow asintiendo.

Verme bien o no era lo que menos me importaba, sencillamente no me sentía cómoda. Aun así agradecí por el cumplido.

Nos pusimos a nadar un rato hasta que el timbre sonó. La cantidad de ruido que venía de afuera me pareció extraño.

Cuando abrí la puerta Catra me miró de arriba a abajo sin esconder una mirada de asombro.

—Hey Adora —dijo. Creí haber escuchado su voz temblar ligeramente.

—Hola —mirando detrás de ella me percaté de que no venía sola— ¿Quiénes son todos ellos?

Las demás personas parecían ajenas a nuestra conversación.

—Esto sonará extraño —dijo volviendo a su usual tono relajado—, pero tu mamá me llamó hace un rato y me dijo que invitará a más personas.

Algunos podrían juzgarme de mala hija por decir esto, pero enserio creo que mi madre está loca.

Soltó un suspiro y sin saber que más hacer:

—Pasen al patio —les dije con un tono un tanto dudoso a las personas que venían con Catra.

Todos pasaron como si fuera su casa, menos Catra, ella se quedó a mi lado sin decir palabra alguna cosa rara en ella.

—Por fin estamos de vacaciones —dije intentando llenar el vacío.

—Es un alivio —dijo más que feliz—. Quizás podamos vernos en las vacaciones.

—Me gustaría —dije con sinceridad—, pero saldremos de la ciudad a visitar a mi abuela.

—Es una lástima. —En verdad sonaba decepcionada, pero luego vi algo de esperanza en sus ojos bicolor—, entonces hablemos por mensaje y envíame muchas fotos.

Yo jamás he sido una persona que piensa en doble sentido, pero lo de las fotos me dejó un tanto desconcertada y con las mejillas calientes.

—C-claro —me golpeé mentalmente por ese pequeño tartamudeo al responder.

El timbre volvió a sonar, nosotras seguíamos en la sala así que volvimos a la puerta. Al abrir nos encontramos con nuestras amigas. Como era de esperarse Entrapta y Scorpia se llevaron al patio a Catra con ellas.

Había demasiada gente para mi gusto así que me senté en la orilla intentando mantener alejada de todos. Estuve un rato disfrutando del no tan cálido sol de invierno cuando alguien llegó y se sentó a mi lado.

—¿Por qué tan sola Grayskull? —me preguntó Catra.

—Mejor sola que mal acompañada —respondí sin saber muy bien porqué.

—Espero que la mía sea una buena compañía —me dijo ella divertida.

—Lo es. —Enserio no quería que se fuera de mi lado.

Aunque mi corazón latiera con fuerza cuando estaba a su lado, mi cuerpo sentía cierta paz que nada ni nadie más lograba hacerme sentir.

—¿Quién diría que debajo de ese holgado uniforme se escondería todo esto? —dijo con cierto tono de broma mientras acariciaba mi abdomen desnudo con las yemas de sus dedos y sus uñas me arañaban ligeramente.

Otra vez sentí mis mejillas arder, además de un ligero hormigueo por todo el cuerpo. Pero cuando su mano se posó cerca de mi entrepierna apenas cubierta por la tela de bikini, entonces sentí una extraña sensación en mi centro. Sentí que me costaba respirar y formular cualquier pensamiento coherente. Tenía rato afuera de la piscina ¿Entonces por qué de repente me sentí mojada? 

Cuando en ese momento no tuve mucho tiempo para pensar en ello más tarde tuve darme cuenta que no solo mi corazón respondía a Catra sino también todo mi cuerpo de maneras que solo había leído y jamás experimentado.

—¡Oye Catra! —la llamó un chico, aparecía ser un poco mayor que nosotras—. Ven a jugar.

Catra se paró con un ágil movimiento y me ofreció la mano.

—Ven conmigo —dijo con esa linda sonrisa suya.

Y obviamente yo le obedecí sin pensarlo dos. Terminamos jugando un juego de peleas, Catra sobre mis hombros contra Mermista sobre los hombros del chico que resultó llamarse Sea Hawk, quien parecía mayor porque lo es ya que repitió un año.

Nos divertimos jugando por largo rato, incluso cuando Catra cayó sobre mí. Ella solo rio al ser atrapada por mí y su contagiosa risa no tardó en hacer reír.

Resulta que estar con tanta gente no fue tan horrible como imaginé, siempre que pudiera estar al lado de Catra Weaver.

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Me retrasé un día jeje. Aun así espero que les haya gustado.

Recuerdos de un primer amor [Catradora AU]Where stories live. Discover now