Recuerdos de un primer amor [Catradora AU]

Típico de Roy

No fui capaz de contarle a mis amigos sobre mi confesión ese día, tenía tantas emociones combinadas que quería un poco de paz mental antes de contárselo a alguien. Pero mientras estaba en mi habitación alguien llamó a la puerta y siendo la única en la casa me vi en la obligación de abrir.

—Hola, lo siento por venir no sabía que más hacer para poder hablar contigo —me dijo algo apenado.

Me sentí un poco mal por aquello, Roy me había dado su número y yo no le había escrito o llamado.

—Lo siento —admití con sinceridad. No tenía precisamente ganas de hablar, pero decirle que se fuera no sería algo lindo de mi parte—, pasa.

—¿De qué querías hablar? —le pregunté.

Él no respondió solo me miró por un momento.

—¿Pasó algo Adora? —me preguntó preocupado.

Aun después de tanto tiempo sin vernos parecía que él aún tenía esa habilidad de saber si algo andaba mal conmigo. Como cuando éramos pequeños y me caía al jugar, pero no decía nada por hacerme la fuerte, él siempre sabía dónde ponerme una curita.

—No pasa nada —mentí.

Roy me dio una mirada severa.

—Adora Grayskull, sé que me mientes. Algo te atormenta, eres tan fácil de leer como un libro abierto.

Siendo honesta no serviría de nada seguir mintiéndole porque no dejaría de insistir hasta lograr aliviar mi malestar. Típico de Roy. Pero ¿cómo se supone que le diría que la chica de la que estoy enamorada me rechazó? Básicamente le estaría diciendo que no tengo sentimientos por él y realmente no quería hacerlo, no aún.

—Tiene algo que ver con lo que te dije en tu fiesta? —Al no obtener respuesta de mi parte, él continuo—. Porque era de eso de lo que quería hablarte. Quiero decirte que entiendo sino te sientes igual que yo, es decir ha pasado tanto tiempo que no me parece nada extraño que no sientas ese tipo de cariño por mí.

Su mirada era sincera, al igual que su pequeña sonrisa.

—Pero no por eso quiero que nos alejemos ni nada. Realmente te quiero y te aprecio y espero poder ser parte de tu vida por un largo tiempo —termina con ello su discurso.

Es rara la manera en la que el universo trabaja. Hace unas horas fui yo quien confesó sus sentimientos y no fue correspondida, mientras que ahora estaba en una situación similar, pero en el otro papel.

—Roy, no sé cómo puedes actuar de esa manera —le preguntó con una sonrisa triste.

—¿Eh? —Exclamó extrañado— ¿Por qué lo dices?

Sin darme cuenta pequeñas lágrimas se han formado alrededor de mis ojos y mi nariz empieza a moquear. Solté aire y me decidí a contarle lo que me había pasado.

—Hoy me le confesé a la chica de la que estoy enamorada —empecé.

Él me miró sorprendido en un primer momento, pero luego su rostro y su voz demuestran preocupación.

—Algo me dice que no salió como querías.

Asentí.

—¿Por eso estabas así?

Asentí de nuevo.

—¿Cómo se llama? —me preguntó de repente.

—Catra Weaver —le digo hipeando.

—Bueno. Catra Weaver debe ser muy tonta para no haberse enamorado de ti Adora.

—¿Y si nunca encuentro a nadie como ella? —Hipee de nuevo.

—Espero que no lo hagas —dijo, ganándose una mirada triste de mi parte—. Porque sé que no la conozco, pero sé que te mereces a alguien mejor.

Sus palabras me reconfortaron y lo hizo aún más el abrazo que me dio. Luego de un momento de silenciosa cercanía dijo:

—Aunque llegamos a los 40 y ambos estamos solteros creo que lo mejor sería que nos casemos —bromeó—. Incluso te dejaré tener a una mujer como tu amante si eso te hace feliz.

No pude evitar reír ante sus ocurrencias.

—Estás loco Roy —bromeé yo ahora.

—Quizás, pero logre hacerte sonreír, así que soy un loco con suerte —dijo totalmente divertido.

—Gracias, necesitaba que alguien me sacara de mi agujero de tristeza —le dije mientras limpiaba las lágrimas de mi rostro.

Aquella charla con Roy alivianó mi corazón, así también me dio la fortaleza para contarles al resto de mis amigos lo sucedido. Me dieron palabras de aliento y todo su cariño logrando que las pequeñas grietas de mi corazón comenzaran su proceso de curación.

Por otra parte, contra cualquier fatídica idea que pude tener sobre como mi confesión podría cambiar las cosas con Catra. Todo seguía siendo tan cómodo y natural con antes. Incluso podría decir que me sentía menos cohibida al momento de tener algún tipo de contacto físico con ella. Ahora era yo quien ocasionalmente tomaba su mano o le ofrecía sentarse sobre mis piernas, por su parte a ella parecía agradarle ese tipo de atenciones.

Todo parecía estar bien. Pero como suele pasar a veces la lluvia que llega sin avisar, de la misma manera algo sucedió que cambió todo.

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Hola a todos, espero estén teniendo un lindo sábado y también que hayan disfrutado del capítulo. El siguiente, uff el siguiente, solo diré que ya quiero que lo lean.