Recuerdos de un primer amor [Catradora AU]

Motivada por ella

Cuando la hora de volver a clases llegó eso era lo que menos me preocupaba. Por otro lado la cercanía de un evento, que había estado evitando desde que tengo memoria, me ponía realmente nerviosa.

Catra, para quien al parecer estábamos en tan buenos términos como la última vez que nos habíamos visto, se sentó sobre mis piernas y examinó mi rostro.

—¿Qué es lo que tienes Adora? —Me preguntó con una nada usual seriedad—. Estás tan callada como siempre, pero puedo ver el pánico dando vueltas en tu cabeza.

Exhale y solo volteé a ver a otro lado evitando su mirada.

—Vamos Adora cuéntamelo. —Puso su mano sobre mi hombro y empezó a dejar pequeñas caricias—. No es bueno esconder tus sentimientos.

Era gracioso tomando en cuenta que precisamente escondía mis sentimientos hacia ella, pero en esa ocasión eso no era lo que me tenía así.

—Mi madre, ella quiere organizar una gran fiesta de quince años para mí —fue lo único que dije sin siquiera mirarla.

—Déjame adivinar, tú no quieres —dijo elocuentemente—. Deberías hablar con ella sobre eso.

Era una solución lógica, resolver los problemas y las diferencias de ideas con el dialogo, excepto que conozco a mi madre y eso no funcionaría.

—No vale la pena. —Solté un suspiro, me sentía derrotada incluso sin haber peleado.

—Yo creo que sí —respondió mientras tomaba suavemente mi barbilla y me obligaba a mirarla—, claramente no eres una persona de fiesta ¿Por qué obligarte a hacer algo que no quieres y justo el día de tu cumpleaños?

Su mirada, me miraba con esperanza, como sí creyera que yo era capaz de enfrentar a mi madre. Y si ella lo creía, si ella creía en mí yo también lo hacía.

Aquel mismo día esperé a que mi madre llegara del trabajo y hablé con ella.

—Mamá, no quiero tener una fiesta de quince años —le dije mientras miraba su teléfono revisando quien sabe qué cosa.

—Adora es una tradición, así que no creas que voy a ceder ante tus caprichos —me respondió sin si quiera mirarme.

—Pero mamá, sabes que no me gustan las fiesta, ni usar vestidos extravagante y mucho menos bailar —dije intentando no exaltarme.

—¿No crees qué es egoísta de tu parte? —me dijo queriendo inducir culpa en mí—. Toda la familia quiere verte convertida en una mujer.

Casi sin poder evitar algo que Catra me había dicho una de las primeras veces que hablamos vino a mi mente:

"No debes aparentar algo que no eres por nadie".

—¿Y entonces qué debo fingir que estoy a gusto, saludar a todos con amabilidad y sonreír para las fotos? —le preguntó.

Sin duda mi enojo era evidente en mi tono de voz y en mis gestos, pero ella decidió ignorarlo.

—Exactamente eso es lo que debes hacer —dijo sin emoción alguna en la voz—, y no está a discusión. De hecho, el sábado por la mañana tenemos una cita con una modista para ver tu vestido.

Esa fue la gota que derramo el vaso.

—Pero el sábado tengo partido de futbol —le reclamé. Ella lo sabía, yo misma se lo había dicho.

—Pues faltaras, no se acabara el mundo porque no vayas a patear la pelota ese día —dijo con un tono burlón.

Eso me rompió, a ella no le importaba como me sintiera o lo que me importaba, y dolía porque ella era mi madre. Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos sin que pudiera detenerlas, sin más que hacer me fui a mi habitación.

Al día siguiente al parecer mi expresión no había mejorado lo suficiente como para evitar que Catra me cuestionara.

—Algo me dice que las cosas no salieron bien —dijo girándose para mirarme—, aunque espero no tener razón.

—La tienes. Ella no quiso escucharme, escuchar mis razones.

Catra tenía una expresión triste, pero a la vez se quedó pensando.

—¡Tu papá! —Exclamó de repente, encontrando la solución a mi problema—. Él es más comprensivo y razonable que tu madre, que tal si hablas con él.

Y eso fue lo que hice, papá escuchó mis razones y me prometió hablar con mi madre. Y aunque no logré salvarme de la fiesta llegamos a acuerdos que hicieran un poco la fiesta más amena para mí.

Después de la conversación entre los tres sonreí al darme cuenta de que si no hubiera sido por Catra hubiera tenido que hacer muchas cosas que no quería.

La mayor parte de mis días hasta la actualidad me alegró de haber conocido a Catra Weaver.

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Para el siguiente cap se viene la fiesta, y no ustedes pero en las fiestas siempre pasa cada cosa. Feliz martes, espero les esté yendo muy bien.