[ VII ]

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-¿No se siente bien salir?

-¿En verdad me dejaras salir sin grilletes?

-Claro, después de todo si intentas escapar te matare.

-Entiendo, pero ¿por qué la venda?-dijo señalando sus ojos

-La fortaleza esta en un lugar recóndito y tengo que cuidar la ubicación de esta, así que agárrate.

Amaya cargo a la contraria para después comenzar a correr, al ya estar lo suficiente lejos bajo a la demonio y le quito la venda para después comenzar a caminar.

-¿A donde iremos?

-Al noroeste, será mejor que comencemos a correr si no quieres morir incinerada.

-¿A qué te refieres?

-Corriendo nos haremos unas dos horas y diecisiete minutos, mientras que caminando nos haremos unas siete horas y eso si no paramos, en fin en ese tiempo amanecerá y te veras en riesgo.

-¿Puedes correr dos horas seguidas?

-Tengo que, Akaza-san me entrena para ser una de las mejores espadachines.

La demonio ya no contesto, ambas comenzaron a correr, la cazadora guiaba a la contraria, pasaron por las afueras de un pueblo hasta que de un momento a otro Aoi se detuvo, la cazadora al notar esto vio en la misma dirección que la demonio.

-¿Quieres una?

-¿Qué son?

-Son Kokeshi, en otras palabras, son muñecas

La cazadora observo a la contraria, al no recibir respuesta tomo de la mano a la demonio con la intención de acercarse al puesto.

-¿Puedes cambiar tus ojos a unos mas humanos?

Aoi cambio la forma de sus ojos, Amaya se acerco al puesto dejando ver los distintos juguetes. la azabache veía con interés los distintos juguetes.

-Elige los que quieras, yo pagare.

-No creo que se adecuado, no soy una niña como para que me compren juguetes.

-No seas tonta, no importa la edad que tengas siempre puedes jugar con juguetes, no sigas los ideales de los humanos, pensaba que los adultos amargados eran los únicos que tenían esa mentalidad.

Aoi le miro con una mueca de disgusto para después acercarse y tomar tres Kokeshis y un Temari, Amaya pago los productos. Ambas comenzaron a caminar observando los distintos puestos.

-¿No tenias una misión?

-Si, pero nunca esta mal curiosear, además de que si hay demonios por aquí los podre matar.

-Pero algunos humanos morirían ¿no?

-Aoi si algo e aprendido como cazadora es que nunca podrás salvar a todos, cuesta aceptarlo, pero es la verdad.

-¿Y no sientes culpa?

-¿Ya comenzamos a tratar temas personales? Hay veces que llego a donde esta el demonio, y este esta comiéndose a alguien, hay veces que mientras lucho contra el demonio, alguna persona muere, al principio si sentia culpa, me decía cosas como: "pude haber llegado antes", "pude haberme esforzado más", "si hubieran mandado a un cazador mejor que yo, esa persona estaría viva". Son frases que me consumían por dentro, pero luego Akaza-san me libero de esa culpa, nosotros arriesgamos nuestra vida porque los demás tengan un futuro y si perdemos una vida lo mínimo que podemos hacer es matar a su asesino y hacerles un entierro para que puedan descansar en paz.

Amaya le sonrió de una manera melancólica, ambas siguieron recorriendo el lugar, Aoi suponía que la contraria había visto morir a alguien de valor en su vida.

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