[ XI ]

189 31 1
                                    

— Aoi-san, ¿no cree que ya tardo? — preguntó Kiyo refiriéndose a la cazadora.

— Solo ha pasado un día, no tienen que preocuparse por ella, estará bien, de seguro peleo contra un demonio débil y ahora esté paseando por alguna ciudad.

— Aoi-san aquella humana me da miedo — murmuró Naho.

— ¿Solo ella? ¡Todos aquí dan miedo! — respondió Sumi.

— Hey tranquilas, no nos pasará nada mientras aquella humana nos tenga aquí. Por lo que se ningún otro cazador puede hacernos daño.

— Pero sus superiores no parecían muy contentos con el hecho de que estemos aquí.

— No, pero ellos no son nadie contra su verdadero superior, a todos los cazadores los guía la misma persona y por lo que se nadie le refuta algo a esa persona.

Las menores asintieron no muy seguras, se encontraban caminando por el ala de Akaza, las menores siempre iban pegadas al lado de Aoi mientras miraban a todos lados.

Koyuki les saludo con una sonrisa, trataba de llevarse bien con aquellas demonios después de todo si la peli lila las había traído era porque había visto potencial en ellas.

— ¿Las molesto si les pido que vayan a entregarle esta comida a Douma-san? — dijo tendiéndoles la comida.

Aoi lo dudo, aquella luna no le agradaba, pero no se encontraba en una posición como para negarse, asintió lentamente con la cabeza mientras recibía la comida, las menores le siguieron mientras se despedían de la humana.

Ingresaron a aquella ala buscando al cazador, lo encontraron saliendo de alguna habitación, se acercaron rápidamente a él y Aoi le extendió la comida.

— ¿Esto es para mí? Koyuki-chan siempre se niega a verme.

Aoi solo asintió.

— Amaya-chan tenía razón al decir que no eras muy comunicativa.

— ¡Douma-san! — grito un cazador.

Tanto la luna creciente como las demonios se giraron a aquel cazador, observando que eran dos. Uno traía cargando a la peli lila mientras que el otro traía a la peli ceniza. Douma le regreso la comida a la azabache para después acercarse a ambas cazadores examinando rápidamente el estado de ambas cazadoras.

— ¿Qué sucedió?

— No lo sabemos, las encontramos así, parece que fueron envenenadas.

— ¿Envenenadas? No debería ser posible, beben los venenos de Gyutaro para crear una defensa contra el veneno, a menos que. . . Bien, llevenlas rápidamente a la enfermería, en unos segundos iré.

Ambos cazadores asintieron dirigiéndose rápidamente a la enfermería, Douma solo rasco su nuca con pesar.

— Si ella muere mi cabeza rodará — murmuro para si mismo — ¡Bien, agradezco la comida, que tengan un bonito día!

— Aguarde un segundo, ¿ella estará bien? — dijo Aoi.

— Supongo que Amaya-chan ya les explicó la regla de que, si ella muere ustedes también, no sé si estará bien, debo revisar cada herida y las toxinas que ingirieron. Cuando sepa si vivirán o morirán yo haré que Akaza-dono se los informe.

La demonio asintió para después retirarse junto con las menores.

— Aoi-san estaremos bien ¿no?

— Claro que sí, espero que su cuerpo sea tan duro como su terquedad.

Aunque Aoi sonará segura se encontraba nerviosa, debía mantener a esas demonios a salvo, nada le aseguraba que aquella cazadora continuara con vida, solo tenía algo que podía garantizar un poco de paz o al menos que le ayudara a escapar, pero a pesar no se sentía con la seguridad de usar su última carta, tendría que esperar y observar un poco más.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 11, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝔸𝕝 𝕚𝕟𝕧𝕖𝕣𝕤𝕠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora