Recuerdos.

556 148 74
                                    








- ¿Puedo saber la razón detrás de este silencio?.- Darren detuvo su coche.- ¿Sucedió algo que yo debería saber?.- Observó a Zhan.

- ¿Que? ¿Por qué me miras? Yo no hice nada.

- No ha ocurrido nada.- Yibo sonrió.- ¿Por qué estás tan paranoico?

- Es sólo que me parece extraño.- Observó a Zhan con sospecha.

- Te dije que no me mires.- Lanzó una patada al asiento de Darren.- ¿De qué me ves cara? ¿Acaso me parezco alguien que solo se mete en problemas?

- ¿Quieres que conteste con la verdad?.- Sonrió.

- Mejor cállate.- Zhan rodó los ojos.

- Primo, agradece a la tía por las conservas que dejó en casa.

- Mi mamá supo que tenías un huésped en tu casa así que imagino que no la llevaría bien solo comiendo ramen así que envío algunos alimentos.

- Sin dudas nuestra madre es la mejor.- Darren sonrió.

- Bueno, ya debo irme.- Yibo se detuvo antes de descender del auto.- Gracias por el esfuerzo que hiciste hoy Sean, has sido de gran ayuda.

- Ah...- Zhan sonrió.- No es nada, es mi obligación y es un placer.

- Hasta luego.- Descendió del coche.

- Cuidate, guapo.- Sonrió.

- Que descanses primo.- La sonrisa de Darren se borró en el instante en que Yibo se alejó.- Cada vez que escucho a mi primo llamarte Sean me lleno de enojo, no me gusta engañarlo.

- No lo estás engañando.- Agitó su mano.- No hagas dramas...

- ¿Ah no?

- No...- Sonrió.- Ya que Sean es mi nombre artístico.

- Eres todo un personaje.- Sonrió con ironía.

- Un personaje que llama mucho tu atención.- Sonrió con picardia.- Suficiente...- Volvió a agitar su mano.- Estoy agotado, mis ojos duelen un poco.- Cerró sus ojos y se acomodó en el asiento.- Me pasé todo el día examinando esas pinturas.

- ¿Alguna pista?

- Aún nada en concreto.- Bostezo.- Pero creo que pronto encontraré algo.

Darren dirigió su mirada hacia el frente y encendió su coche para ponerse en marcha, había notado el agotamiento en el pelinegro así que decidió no perturbarlo más.

Mientras conducía en dirección hacia su hogar no podía dejar de pensar en algo que le había estado molestando, quizás era cierto que Zhan se encontraba agotado pero la sensación de que algo no iba bien no lo abandonaba.

Ese día el chico activo e inquieto parecía otra persona, nisiquiera lo había recibido con sarcasmos y bromas cuando lo fue a recoger al museo, se había mantenido en silencio como si estuviera sumido en su propio mundo.

Quizás eran sólo exageraciones suyas, quizás estaba viendo cosas donde no había, lo más probable era que aquel pequeño delincuente simplemente se había cansado de molestar.

.........

- Tío.- Yibo caminó hacia el sofá.

- Hijo.- Sonrió.- ¿Por qué no estás durmiendo?

- Quería preguntarte algo.- Se sentó.

- Claro, adelante.

- ¿Sucede algo con mi mamá? Hoy la note un poco apagada.

The Red Eyes LoverWhere stories live. Discover now