Pintor Divino.

599 141 124
                                    











- ¿A China?

- Si, a China.

- Para poder empezar el retrato debemos regresar a China.- La señora Wang tomaba de su taza de té.

- ¿No podríamos hacerlo aquí?.- Zhan vio a su alrededor.- Me gustaría empezarlo cuanto antes.

- Es que hay un detalle.- El señor Wang aclaró su garganta.- El retrato debe ser creado al mismo tiempo que el ritual.

- ¿Cuál ritual?. - Zhan agrandó sus ojos.

- El ritual de sellado.- El señor Wang se acomodó en su asiento.- Tal y como nuestros ancestros lo hicieron la primera vez el sellado se basa en el retrato que es creado por el pintor divino y el ritual que es realizado por el gran Chamán.

- ¿Un Chamán?

- Si.- El mayor asintió.- Pero no debes preocuparte por esto. Ya tenemos un Chamán.

- ¿Y quien es?

- Es mi padre...- Sonrió.

- ¿Ah?.- Zhan estaba asombrado.

- Si Zhan.- Se cruzó de brazos.- Así como generación por generación en tu familia nace un pintor divino, de la misma manera en nuestra familia generación tras generación nace un gran Chamán. Un hombre nacido bajo las alas del fénix.- Sonrió.

- ¿Y es su padre?

- Así es...

- Desafortunadamente mi suegro no puede venir hasta acá.- La señora Wang tomó la mano de Zhan.- Hay algunas cosas las cuales el debe utilizar para el ritual y no puede traerlas consigo.

- Entiendo...- Asintió.- Entonces...¿Cuando partiremos?

- En el momento en que estés listo lo haremos.

- Bien...

Zhan se quedó por unos minutos pensativo mientras veía el paisaje, había tomado una decisión y a pesar de que esto podía resultar peligroso no estaba dispuesto a dar marcha atrás.

Ahora entendía a la perfección las últimas palabras de su abuelo, sus manos había sido creadas con un fin el cual podía ser una bendición y a su vez una maldición.

En sus manos estaba la salvación de Wang Yibo, solo él y nadie más podría salvarlo de aquel fatal destino que le esperaba. Mientras veía a las personas pasar recordó la promesa que le había hecho a su esposo, le había prometido estar allí y ayudarlo, era algo que debía hacer aún si esto significaba poner su vida al borde del precipicio.

Si debía morir lo haría felizmente mientras la persona que amaba pudiera llevar una vida larga y plena.

...........

- Come esto...- Darren coloco una bandeja en las piernas de Brady.- No soy el mejor en la cocina pero lo intento.

- No tengo hambre.- Retiró la bandeja y la colocó en la mesa de noche.

- No te porte como un niño y solo comelo.

- No tengo hambre.- Se recostó y se cubrió con las sábanas.

- Para de hacer rabietas eres un adulto.- Retiró las sábanas y lo tomó del brazo.- ¡Tu!...- Se agitó al sentir su cuerpo caliente.- ¿Te volviste a enfermar?.- Llevó su mano a la frente del chico y la palpo.- ¿Por qué de repente tienes fiebre?

- Solo déjame en paz.- Lo empujó.- Haz hecho lo que haz querido conmigo en estos días, ahora solo déjame en paz.- Sé acurrucó entre las sábanas.

- No estás bien.- Retiró las sábanas.- Estás incluso temblando, vamos al hospital.- Lo tomó del brazo.- Espera...- Se detuvo.- No puedo llevarte al hospital, se supone que te buscan.

The Red Eyes LoverTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang