Capítulo 15

9.2K 733 235
                                    

THOMAS CULLEN

Al pasar los días, mi confianza con Stephen fue creciendo, y junto con ello, mis dudas y necesidades. Necesitaba consejos, realmente me hacían falta. Yo amaba a Fleur, pero, francamente, no sabía que debía hacer. Quería estar con ella, pero yo aún estaba roto, aún no había sido moldeado otra vez.

Faltaba parte del proceso, no quería lastimar a Fleur, y tampoco quería ser lastimado. Mi miedo era grande, de verdad que lo era. ¿Qué sucedería si por no estar listo termino arruinando todo y la alejo para siempre?

Ella sentía lo mismo que yo sentía por ello. Sin embargo, ¿Era realmente amor? ¿O solo era un sentimiento temporal y momentáneo? Quizás, me estaba dejando llevar por lo hermosa que era.

Pero no, no solo amaba su exterior y su inconmensurable belleza, sino que amaba por completo su interior. Y cómo ya había aclarado antes, no la amaba por ser hermosa, sino que ella era hermosa porque la amaba.

Stephen fue muy honesto y directo con sus consejos, de hecho, creo que él sabía que yo sentía cosas por Fleur.

Su primer consejo, fue que aprendiese a estar completo con Dios, sin requerir a otra persona. ¿Por qué? Porque una relación no se trata de una persona incompleta tratando de poder llenar su vacío con otra persona. Sino de dos personas que están completas y listas para glorificar y enaltecer a Dios mediante su relación.

Otro consejo fue que buscara a Dios antes de buscar estar en una relación amorosa. Esto para poder realmente ver su voluntad y lo que Él quería hacer conmigo. Porque cómo dice en Mateo 6:33, "Más busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas."

Stephen era alguien realmente sabio. Fue muy clave para mi desarrollo como cristiano. Siempre estuvo para mí, y estaba constantemente buscando la forma de ayudarme. Nunca pedí algo así, pero descubrí que Dios no te da solo lo que pides, sino lo que en realidad necesitas.

[...]

THOMAS CULLEN

Mi nuevo deseo ya no era simplemente entender lo que significaba lo antes escrito en la Biblia, lo que quería ahora era poder conocerlo de verdad a Él.

Cada día comencé a leer más, a ver a otros pastores y líderes en línea, a orar. Todo estaba siendo para mi bien, mi vida había cambiado rotundamente. Ya no era más ese Tom terco, ignorante y enojón. Mi relación con mi madre, la cual se fue deteriorando desde la muerte de mi padre, ahora estaba cada vez mejor.

Al fin había entendido lo equivocado que estaba al decir que estaba solo, que nadie me comprendía, que nadie me amaba y que nadie me prestaba atención.

Descubrí que yo era amado, y que Jesús siempre estuvo ahí. Él estuvo en mi habitación, cuando estaba solo, triste y roto, recogiendo cada una de mis lágrimas, esperando que algún día, yo pudiera verlo. No podía verlo por culpa de la venda que fui tejiendo con el pasar de los años. Creía que nadie comprendía mi dolor, pero una vez que volteas y miras hacía la cruz, comprendes que no hay dolor que estés pasando que sea mayor que el dolor de Jesús.

Estaba ansioso por contarle a los demás lo que realmente Él puede hacer, y quién es Jesús en realidad. Así que después de las cortas vacaciones de invierno, regresamos a las clases. Quizás no eran lo que más amaba pero gracias a asistir podía ver a Fleur más seguido. Llegamos prácticamente al mismo tiempo y estuvimos hablando hasta que fuera el momento de entrar a nuestras clases. Me despedí de ella con un beso en la mejilla y fui camino a mi clase de Artes.

UNA HISTORIA DE AMOR POCO COMÚN © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora