Quiero ser tu amante •||Rashta x Navier||•

Capítulo 26

Déjame reemplazarla.

Pov: Rashta

Cuando llegamos ala tienda de la amiga de Charlotte ella entro a comprar los postres y yo me quedé afuera esperando.
De la nada sentí un escalofrío recorrer mi espalda y podría jurar que escuche mi nombre, pero cuando mire mi alrededor me di cuenta de que solo era mi imaginación.

-¿Puedo saber que fue lo que te ocurrió?

Pregunto Charlotte cuando se acerco a mi entregándome un lindo panquecito, yo lo tome confundida y sorprendida por lo rápido que salió de la tienda.

-Te atendieron muy rápido ¿no?

Mire el rostro de mi amiga y está con una sonrisa de orgullo asintió con la cabeza.

-Soy cliente frecuente y siempre me despachan rápido

Cuando termino de hablar ella sacudió su cabeza y aquella sonrisa desaparecía para dejar en su lugar una expresión sería.

-Pero ese no es el caso, ¿que fue lo que te sucedió?

Volvió a preguntar pero yo simplemente desvíe mi mirada hacia otra parte sin responderle nada.

-Veo que no quieres contarme y está bien respetaré eso pero no creo que debas guardartelo

Ella acerco su mano hacia mi mejilla y la acarició de forma suave.

-Tal vez un día de estos te lo diga

Sonreí levemente y después de eso ambas comenzamos a caminar mientras comíamos aquel delicioso postre, hablamos sobre cosas del pasado, sueños, tonterías, incluso jugamos un poco.

Al lado de ella me sentía como una niña nuevamente nada comparado a lo que sentía con Navier y era obvio ya que ella es una adulta responsable, sería, reservada, ella me hizo madurar.

Pero poco a poco eso fue cambiando.

Mientras pasaban los días mi relación con Charlotte volvía a ser la misma que era en el pasado, llena de aventuras y juegos, apesar de que eramos unas adultas nos estábamos divirtiendo como antes no podíamos hacerlo.
Poco a poco me iba acercando a Charlotte aunque existía un pequeño problema.

Navier.

Todo era hermoso en el día pero cuando llegaba la noche toda mi felicidad era opacada por el recuerdo de Navier, por aquellas palabras que Heinrey me dijo.
La herida aún seguía abierta, aún sangraba y por supuesto aún dolía como la primera vez.

Pero yo me propuse a olvidarme de ella, a volver armar mi vida.......a poder amar nuevamente.

Cuando la noche nuevamente llegó con ella también llegaron los recuerdos de Navier, mi pecho comenzó a doler y las ganas de llorar se hicieron presentes.

-No.......¡no!

Apreté las sábanas de mi cama mientras trataba de calmarme, quizas si hacia lo que Charlotte dijo de contar mis problemas, tal vez eso me haría sentir mejor.

-Espero no esté ocupada

Me puse de pie y camine hacia la puerta de mi habitación para después salir de esta, como ya me había acostumbrado al aroma de ese lugar ya no me afectaba tanto.

"¿Dónde estará?"

Pensé mientras buscaba con la mirada a Charlotte en vez de encontrarla mi mirada se topo con Verónica una amiga mía y de Charlotte.

-¡Verónica!

Dije su nombre en voz alta para llamar su atención y lo conseguí, ella se acerco a mi con una leve sonrisa.