Quiero ser tu amante •||Rashta x Navier||•

Capítulo 41

La verdad.

Pov: Navier.

Después de aquella visita de Alan fui a ver a Rashta la cuál aún se encontraba inconciente sobre mi cama ya que había pedido que la trasladarán a mí habitación.

-Rastha.....

Murmure su nombre en voz baja mientras me sentaba a su lado tomando la mano de está la cuál se encontraba fría.

-¿Porque nunca me contaste que tenías un hijo?

Pregunte exaltada observando el sereno rostro de Rashta. Después de unos segundos baje mi mirada al suelo mientras comenzaba a sollozar, me sentía confundida y desorientada no sabía si era bueno confiar en aquel hombre.

Mi momento de tristeza fue interrumpido por mi hermano el cual se acerco a mi con una expresión bastante seria.

Al parecer había descubierto algo.

-Estuve investigando a Rashta y todo lo que dijo el hijo de vizconde es cierto

Cuando lo escuché decir aquello abrí grande mis ojos mientras poco a poco soltaba la mano de Rashta.

-¿Cómo sabes que es verdad?

Pregunte angustiada pues me negaba a creer eso.

-Mande a interrogar a los esclavos del vizconde y todos dieron la misma respuesta

Yo dirigí mi mirada hacia Rashta mientras las lágrimas comenzaban a mojar mis mejillas.

-Ademas es sospechosa de participar en un asesinato

Al escuchar aquello me levanté rápidamente de la cama para alejarme de Rashta.

-¿Asesinato?

Murmure sin quitarle los ojos de encima a Rashta.
Mi hermano tardo un poco en responder y antes de hacerlo este suspiro.

-Un amigo del hijo del vizconde fue asesinado a golpes por Charlotte

Cuando el pronunció el nombre de Charlotte rápidamente dirigí mi mirada a mi hermano y pude notar que se veía decepcionado.

-Ella y Rashta fueron encontradas en la escena sin embargo no pudieron encontrar pistas de que Rashta haya participado sin embargo es sospechosa de serlo

Yo no pude decir nada simplemente cubrí mi rostro con mis manos mientras trataba de asimilar toda aquella información.

-Deberíamos dejarla morir......

Dijo mi hermano con rabia mientras se acercaba a Rashta pero antes de que pudiera tocarla yo lo detuve.

-¡No! ¡Rashta no va a morir!

Me puse enfrente de mi hermano mientras lo miraba a los ojos.

-¡¿Acaso no escuchaste lo que dije?! ¡Esa mujer es una escoria!

Trague saliva de forma ruidosa me sentía con un poco de miedo pues nunca antes mi hermano me había hablado con ese tono, además de que se que es capaz de dañar a Rashta aunque yo me interponga.