Quiero ser tu amante •||Rashta x Navier||•

Capítulo 31

La nueva gobernante.

Pov: Navier

Mi hermano me contó a detalle lo que sucedió luego de que yo atacará a Sovieshu, el me explico que las personas estaban asustadas y que los nobles estaban molestos con lo que había sucedido.
Dijo que ahora el imperio estaba paralizado ya que como no tenían a un gobernante no podían hacer nada, además de que tampoco podrían atacarnos ya que los soldados de Heinrey los mantenían a raya.

Después de esa conversación con mi hermano este se marchó de la habitación dejándome sola ya que él tenía cosas que hacer aunque dijo que vendría más tarde a ver cómo estaba.

-Me pregunto si Rashta ya sabe que la guerra termino

Dirigí mi mirada hacia la ventana soltando un largo suspiró.

-Espero poder encontrarla pronto

Con algo de dificultad logré bajarme de la cama ya que me sentía agotada de haber estado tanto tiempo recostada.

Necesitaba caminar un poco.

A paso lento camine hacia la puerta de la habitación, estaba dispuesta a ir al jardín del palacio, cuando de pronto el príncipe Heinrey abrió la puerta y ambos nos topamos.

-Mi reina ¿que hace parada? Debe descansar

Se acerco a mi con un rostro de preocupación mientras me checaba con la mirada para asegurarse de que estuviera bien.

-Estoy bien no te preocupes, además ya me canse de estar sobre esa cama quiero salir a caminar un rato

Le regale una leve sonrisa y el se mantuvo en silencio unos segundos hasta que hablo.

-Esta bien dejaré que camine un poco pero permítame acompañarla

El ofreció su brazo para que yo lo tomara y eso hice, ambos salimos de la habitación y comenzamos a caminar por los largos pasillos del palacio.

-Me comentaron que tiene preso a Sovieshu

El me miró y asintió con la cabeza a lo que yo no pude evitar sonreír.

-Ademas hice algo más

Cuando dijo eso mi curiosidad despertó y antes de que preguntará qué cosa el dijo aquello que hizo que mi corazón se detuviera un instante.

-Ya mandé a distintos hombres a buscar a Rashta

Mis ojos se llenaron de lágrimas pero está vez eran de felicidad, yo sin aguantar la emoción lo abrace con fuerza aunque luego me separé del abrazo debido ala herida.

-¡Heinrey! ¡Me hace feliz escuchar eso!

Yo comencé a secar mis lágrimas aunque estás no paraban de salir.

-Se que si mi reina recuerde que le dije que al finalizar la guerra buscaría a Rashta

El seco mis lágrimas con delicadeza mientras me miraba con una dulce sonrisa.

-Aunque mi reina quería preguntarle algo

Su tono de voz ahora se volvió algo serio mientras alejaba sus manos de mi rostro.

-¿Usted se hará cargo de este reino?

Cuando escuché esa pregunta yo guardé silencio ya que nunca había pensando en eso.

-El reino se quedará sin gobernante y eso es algo peligroso, además usted es la más apta para esto

Yo negué con la cabeza ya que no estaba segura de volver a tomar ese papel, además no creía que el pueblo lo tomara a bien.