Capítulo 8

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Cuando la multitud comenzó a entrar en caos, el grupo de cuatro fue separado, el corazón de Hua Cheng saltó de pronto, su pecesito aún no entendía las costumbres humanas, no caminaba del todo bien y era fácil de engatusar.

Al menos esperaba que estuviera con Shi QingXuan que tampoco estaba a la vista, si se quedaba solo le preocupaba que algo malo le pasara.

He Xuan no parecía molestarse por lo que pasara a su alrededor y se limito a suspirar al notar todo, con un entendimiento tácito ambos se separaron para buscar a las personas perdidas.

Pasó un largo rato sin señales de su paradero, si no podía encontrarlo en los próximos minutos no dudaría de ir por su tripulación para hacer una redada en el pueblo.

Aunque al llegar al muelle le pareció ver al pequeño tritón correr en estado de pánico, ¿qué podría haberlo puesto de esa manera?

Todo los llevó a la situación actual, ¿Jun Wu? el rumoreado príncipe heredero, Hua Cheng no estaba seguro de su identidad, después de todo nadie nunca había visto su rostro, pero algo en su andar le hacía desconfiar.

Shi QingXuan estaba a punto de irse bastante emocionado después de la invitación a uno de los banquetes privados de su alteza cuando llego el marino vestido de negro, notando a su amigo saltó con alegría aferrándose a sus brazos:-¡Ming-Xion! nos invitaron a un banquete, ¡ven conmigo!-

Sin saber que ocurría asintió de pronto, un banquete debía ser algo bueno.

Hua Cheng decidió quedarse esos días en el pueblo, tanto para que el pecesito conociera un poco de su entorno y las costumbres humanas, como para investigar los últimos sucesos, si Xie Lian deseaba asistir a ese evento tendrían que viajar algunos kilómetros.

El par de amigos no podía encontrarse más que felices, paseando por el lugar y comiendo nuevos dulces, ambos estaban expectantes y entusiasmados por el llamado banquete, Shi QingXuan emocionado, preparó algunos atuendos adecuados, además de mascaras hermosas, por que sí, era una fiesta de mascaras.

Después de todo, se trataba de la resistencia hacia la monarquía actual, todos los que se reunían temían ser descubiertos, por lo que decidieron que sería la mejor manera de actuar.

Hua Cheng y Ming Yi desistieron sobre que el pequeño noble eligiera sus atuendos, al ver los disfraces tan extravagantes que le parecían normales, preferían escoger su propia ropa.

El tiempo pasó muy rápido y pronto llegó el momento de partir, juntos se embarcaron en un largo viaje de carretera que duró aproximadamente un día entero,  Xie Lian al inicio estaba emocionado por el viaje, pero después de estar sentado por tantas horas, el cansancio comenzó a llegar y a molestarse por el hecho de viajar.

A Hua Cheng le pareció linda la carita disgustada del pecesito, por lo que procedió a darle un pequeño masaje en las piernas doloridas.

Para los otros dos ocupantes parecía un poco extraña la cercanía de los dos, pero Shi QingXuan solo asumía que el pequeño tritón no conocía mucho de las costumbres humanas y San Lang estaba siendo un muy buen amigo y a He Xuan simplemente no le importaba.

La ciudad en donde se efectuaba todo era mucho más grande que el pequeño pueblo donde se quedaban, el pueblo era relativamente nuevo en realidad, así que no era un hecho sorprendente.

Todos se alojaron en una posada, en dos habitaciones diferentes, Shi QingXuan pagó una, mientras que Hua Cheng pagó por la otra.

-¿Por qué solo pediste una habitación para nosotros?- He Xuan no parecía estar muy contento por la distribución de las habitaciones.

Las lagrimas de una sirenaWhere stories live. Discover now