Capitulo 14 ( segunda parte)

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Tom no tardó en volver y acercarse a casa de los Dudley a por las pertenencias de Higgins. Un par de mudas, una camisa de dormir, sus utensilios de afeitado y un libro de Dickens era todo lo que necesitaba para un par días.



Tras darse un buen baño Higgins se puso su camisa de dormir y se dispuso a meterse en la cama junto a Comadreja el cual lo esperaba luchando contra el sueño. Había decidido que esa noche dormiría con él para que estuviera más tranquilo, sabía que no era lo adecuado, pero dadas las circunstancias le daría un poco de tiempo para que se acostumbrara a la nueva situación y se sintiera seguro aunque él no estuviera a su lado.

En cuanto Higgins se metió en la cama y apagó la luz, el niño busco su mano, la agarró con firmeza y sucumbió al sueño.

En el mismo momento que Higgins se dejaba abrazar por los brazos de Morfeo Tyler y Trevor estaban llegando a Dudley House en Gloucestershire. El viaje había sido tranquilo, pero largo y dada la hora decidieron pasar la noche en la casa de campo de Trevor.

Era demasiado tarde para presentarse en Paradise House, allí ya estarían todos acostados y era mejor que los niños conocieran su nuevo hogar de día.

Aunque en Dudley House no esperaban al señor ni visitas la señora Middleton (la eficiente ama de llaves) no tardó en tenerles preparadas las habitaciones y todo lo necesario para un baño mientras ellos degustaban una cena fría.

Al día siguiente tras disfrutar de un merecido sueño reparador y un copioso desayuno todos partieron hacia Paradise House y en apenas diez minutos ya estaba allí.

—¡Tyler ya ha vuelto! ¡Tyler ya ha vuelto! ¡Y vienen dos carruajes! —empezó a gritar uno de los niños levantándose de golpe al ver por la ventana que se acercaban dos carruajes.

En cuanto oyeron a Jason, todos los niños dejaron su desayuno para salir corriendo a recibir a Tyler.

—Calma chicos, no corráis —dijo Antonio, mano derecha y gran amigo de Tyler.

Los niños hicieron caso omiso de Antonio y abandonaron el salón atropelladamente entre risas y alboroto.

—Na, ni caso. Pues hale chamacos seguir, que  tremenda choricera estáis formando —dijo Antonio sonriendo mientras seguía tranquilamente a los niños.

Apenas se apearon de los carruajes Tyler y Trevor se vieron rodeados por una sesentena de críos de diferentes edades hablando todos a la vez.

—¿Cuántos niños vienen?

—¿Nos has traído caramelos?

—¿Hoy podemos saltarnos las clases?

—¡Trevor también ha venido! — grito una de las niñas.

—Trevor, Trevor¿Te vas a quedar con nosotros?

—Trevor ¿Nos vas a llevar a pescar?.

Tyler y Trevor intentaban ir contestando a todos con una sonrisa de lado a lado ante la alegría de los niños. Mientras los niños que traían de Londres miraban asombrados sin salir del carruaje.

Cuando los chicos se calmaron un poco hizo que bajarán los nuevos y uno a uno los fue presentado, luego se dirigieron hacia la entrada donde Antonio y los demás empleados de Paradise los esperaban.

—Que bueno verte compadre —saludo Antonio estrechando la mano de Trevor.

—Lo mismo digo Antonio.

Tras las presentaciones y saludos, Tyler le pidió a una de las chicas que se encargara de los nuevos y les enseñara la casa y sus habitaciones mientras él, Trevor y Antonio se dirigían al despacho a conversar tranquilamente antes de que Trevor partiera de nuevo hacia Londres.



A media tarde Trevor ya estaba de nuevo en Londres, pues al ir solo decidió volver en ferrocarril, un medio de transporte muchísimo más rápido que los eternos viajes en carruaje.

Nada más puso sus pies en Londres se dirigió directamente a su casa pues sabía que su madre no se quedaría tranquila hasta verlo en casa sano y salvo como lady Dudley solía decir. Una vez en casa Trevor le explicó a su madre con pelos y señales todo lo ocurrido desde que salió hasta ese momento y lady Dudley le explicó que Higgins le había mandado una nota explicando lo sucedido y notificando que tardaría un par de días en volver. Tras la conversación con su madre Trevor se dirigió a casa de Tyler para poner a Higgins al día y ver que tal estaba el pequeño.

—Buenas tardes, lord Dudley, adelante —saludo Kitty al abrir la puerta.

—Buenas tardes Kitty, vengo a ver a Higgins y a ver qué tal está el niño.

—Justo ahora lo está visitando el doctor Graham, si es usted tan amable de seguirme le guiaré hasta la habitación.

Tras llegar a la habitación y golpear ligeramente la puerta Kitty anunció la visita y Trevor entró.

—Buenas tardes, espero no interrumpir —saludó Trevor.

—Buenas tardes. No sé preocupe, lord Dudley ya hemos terminado —contesto Graham.

—¿Qué tal está el pequeño?

—Como le decía al señor Higgins, la recuperación va muy bien. Admito que la primera vez que lo vi tenía mis dudas, pero con los ungüentos, el descanso y una buena alimentación la mejoría es notable en tan poco tiempo.

—Eso son estupendas noticias.

—¿Cuándo cree usted que podremos trasladarnos a casa de los Dudley? —pregunto esta vez Higgins.

—Dado que no es una cuestión de extrema urgencia yo esperaría como mínimo un día más aunque sea un trayecto de apenas diez minutos prefiero moverlo lo mínimo posible. De momento seguiremos la misma pauta de láudano yo pasaré de nuevo mañana por la tarde y si todo va bien quizás ya puedan trasladarse.

—Entonces esperaremos a ver si mañana podemos llevarlo a casa. Si no tendré que dejarlo al cuidado de Lara y Kitty, yo solo puedo permanecer un día más aquí —comento Higgins pues tan solo faltaban dos días para celebrar la cena en casa de los Dudley y él tenía que estar allí para supervisar los preparativos y atender a los invitados.

Una vez aclararon todas las dudas con el doctor, Higgins y Trevor lo acompañaron hasta la salida y luego fueron al despacho de Tyler donde se pudieron al día de lo ocurrido desde que se separaron.

N.A.

Espero que perdonéis tantos días para un trocito tan corto. Si todo va bien subiré el próximo capítulo rapido















































ARRIESGARSE A AMAR  ( Borrador Sin Corregir)Where stories live. Discover now