Capítulo 21 (tercera parte)

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Grace y Clarisse iban comentando lo estupendo que les parecía la idea de pasarse por Smallton cuando llegaron a la rosaleda, a la cual se accedía por una especie de pasillo formado por unos arcos llenos de rosales trepadores. Una vez atravesabas los arcos llegabas al jardín donde podías encontrar una infinita variedad de rosas de todo tipo distribuidas armoniosamente. Había rocallas de rosales rastreros, celosías llenas de rosas trepadoras delimitando el jardín, grandes macizos de rosales podados de forma redondeada, otros cubriendo una pérgola que proporcionaba sombra a un banco de piedra... todo estaba lleno de rosas de todas las clases, tamaños y colores.

Los cuatro iban paseando por la rosaleda admirando y hablando de las distintas clases de rosales, sobre todo Grace que era una amante de las rosas y le encantaba hacer híbridos para crear nuevas especies, hasta que Trevor se disculpó y se separó de las damas para acercarse a uno de los macizos de rosas de tallo largo que había distribuidos por el medio del jardín, y mientras las damas lo miraban curiosas, sacó una navaja y tras cortar tres rosas de un hermoso tono rosa, les quitó cuidadosamente las espinas y le entregó una a cada una de sus acompañantes.

─Permítanme que les entregue tres bellas flores a mis tres bellas damas ─dijo caballerosamente haciendo una inclinación mientras se las entregaba─. Esta para mi coqueta lady Carrington.

─¡Oh! Gracias, es usted todo un galán lord Duldey ─respondió Clarisse haciendo una ligera genuflexión y un exagerado pestañeo, gesto que los hizo reír a todos.

─Esta para mi encantadora señorita Thompson.

─Gracias, es usted muy amable ─contestó mientras se llevaba la flor a la nariz en un intento de disimular su rubor.

─Y esta para mi adorada madre, la mujer más bella de toda Inglaterra.

─Mira que llegas a ser zalamero cariño ─dijo Grace sonriente antes de darle un cariñoso beso a su hijo.

A Phoebe le encanto el detalle de las rosas, pero lo que más le gustó fue ver como se comportaba con su madre y con Clarisse. Le encantaba ver lo cariñoso y atento que era siempre con su madre, le encantaba ver esa relación entre madre e hijo tan poco habitual entre la alta sociedad, y luego estaba su comportamiento con Clarisse, siempre bromeando con ella y haciéndola reír. Le gustaba tanto cuando lo veía así que se dio cuenta de que la gran atracción que sentía por él se estaba convirtiendo en amor, y eso la asustó.

Phoebe estaba sumida en sus pensamientos cuando su madrina informó de que necesitaba un pequeño descanso.

─¡Oh! Queridos, este calor me esta matando, no sé si seré la única, pero yo necesito descansar un poco y refrescarme ─comentó abanicándose enérgicamente.

─La verdad es que yo también me siento un poco acalorada. Sinceramente, no recuerdo un verano tan sumamente caluroso como este ─dijo Grace.

─Entonces vayamos a la pérgola y se sientan un rato, allí a la sombra estarán más frescas y podrán descansar un rato. ¿Usted esta bien Phoebe?

─¡Oh! Sí, yo estoy bien. Es cierto que hace más calor del habitual, pero yo estoy acostumbrada a dar largos paseos bajo el sol de verano.

Dicho esto, los cuatro se dirigieron hacia la pérgola para que Clarisse y Grace se sentaran un rato en el banco y pudieran descansar un poco.

─Si me permiten sus pañuelos, puedo ir a mojarlos a un bebedero de pájaros que hay tras aquellos setos y así podrán refrescarse un poco.

─¡Oh! Querido, eso sería estupendo.

─Gracias hijo ─contestaron respectivamente y ambas les dieron sus pañuelos.

─Si no le importa, le acompaño y así me refresco yo también un poco.

ARRIESGARSE A AMAR  ( Borrador Sin Corregir)Where stories live. Discover now