¿Porque a nosotros? (bertholdt x t/n)

Capitulo 7

Narra t/n

— ¡No te puedes ir! Es un día libre, tenemos que ponernos guapas y dar un paseo, y ya de paso vamos a por algo de comer — la chica habló enérgicamente, y me arrastró delante del armario.

— Pero... ya estoy vestida — hablaba confusa, no sabía porque la chica estaba tan empeñada en que me arreglase, era un domingo normal, ¿no?

— No importa, ¡arreglate más! Aunque no haya un motivo, solo por diversión. — La chica puso la cara igual que la de un corderito rogando por su vida, no pude negarme.

— Esta bien... Sabes que no me puedo resistir a esa cara, deja de usarlo usarlo mi contra Sasha... ¿Y que quieres que me ponga exactamente?

— ¡Tu vestido blanco obviamente! — Cada vez que la chica con pelo marrón hablaba, tenía más energía y parecía más feliz, no me paré a pensar porque, solo sonreí al ver a la chica tan feliz.

Agarré el vestido blanco que me llegaba por las rodillas y me puse un colgante dorado para acompañarlo.

— ¿El pelo suelto si lo puedo dejar cierto? — Pregunté mientras me acomodaba el collar.

— Si, así estas perfecta, vamos a salir nada más termine de cambiarme yo rápidamente, ¡así que date prisa si quieres darte algún último retoque!

La chica agarró un conjunto del armario y se cambió rápidamente, ella iba muchisimo menos arreglada que yo, pero no dije nada, seria una perdida de tiempo. Sasha se acercó a la puerta e hizo un gesto para que al fin saliesemos las dos de la habitación, aunque nada más salí me encontré a Bertholdt que estaba mirando al bosque, el también estaba ligeramente arreglado, aunque en el a veces era normal, le gustaba cuidar de su imagen.

— Hola Bertholdt, ¿Que tal estas? — Cuando me escuchó se giró, nada más me vio los ojos se le abrieron y vi como un color rojo se apoderó de sus mejillas. Sonreí al verle así, sinceramente me gustaba verle así.

— Y-yo estoy bien, ¿y tu? ¿Como es que estás tan arreglada?

— Estoy bien. — Dije sonriendo — Y sobre la ropa... no se, Sasha solo insistió en que me arreglase, no me pude negar, me puso esa cara de corderito. — Los dos reímos, Bertholdt miró a Sasha y sonrió y luego dirigió su mirada a mi de nuevo.

— Aún así... sinceramente iba a buscarte antes pero parece que Sasha tiene planes para nosotras, así que supongo que nos vemos — antes de que yo pudiera terminar la frase me cortó con un grito.

— ¡AAAAH! No, no hace falta, quedaros vosotros dos juntos, yo iré a hablar con Jean no pasa nada. — Casi no le dio tiempo a terminar la frase antes de salir corriendo hacia el comedor.

— Bueno... ¿entonces supongo que puedes venir conmigo? — Se le notaba nervioso, pero aún así nunca dejaba de mirarme a la cara.

— Supongo que si, tampoco es que me hubiese dicho que quería hacer así que al final sigo con el plan principal, pasar el día contigo si no te molesta.

— Claro que no... De hecho yo tenía el mismo plan, ¿quieres ir a dar un paseo? Quiero que pasemos un buen día.

— Sabes que siempre me apunto a un paseo contigo — Respondi riendo un poco, entonces el me agarró la mano, lo cual llevaba haciendo los últimos días, aunque la primera vez no fue a propósito, los últimos días los pasábamos así, dados de la mano.

Primero me llevó al pueblo, donde nos sentamos en un restaurante, donde pedimos un poco de comida.

— ¡Que rico! ¡¿Como es que no vine a comer aquí antes?! — dije sonriendo, y después de terminar la frase me comí otro trozo de una tarta que habíamos pedido para compartir.

Mire a Bertholdt y sonreí, me alegraba poder compartir este momento con él. El chico sonrió, y se inclinó un poco hacia mi, me puse muy nerviosa y pude notar como me sonrojaba rápidamente. Antes de que mi cabeza pudiera procesar lo que estaba pasando, Bertholdt sacó un pañuelo de su bolsillo y me limpió las comisuras de los labios, en las cuales habían quedado unas migajas de tarta, me sentía como dentro de una de las historias de romance que contaban las chicas en las fiestas de pijamas. Cuando el chico se separó de mí mire hacia abajo y sonreí.

— Gracias... — hable en un tono bastante bajo, pero aún asi estaba casi segura de que se me había escuchado bien. Bertholdt solo sonrió y asintió haciendo ver que no le había importado haber hecho eso.

Cuando pagamos la cuenta volvimos al campamento, donde empezamos a dar un paseo por por bosque, lo que ya era una tradición para nosotros, estaba atardeciendo, lo cual hacía que el lugar empezase a llenarse con una luz anaranjada que lo hacía todo más bonito, cuando llegamos a la pradera donde terminábamos siempre, me sorprendió ver que había una manta roja oscura puesta en el suelo, un par de velas colocadas con cuidado con un paquete de cerillas al lado de ellas, antes de que pudiese preguntar porque estaba todo eso ahí, Bertholdt habló.

— Siéntete porfavor... la verdad quiero preguntarte una cosa — Era obvio que estaba nervioso, yo en cambio estaba curiosa, no sabía que estaba pasando y el pequeño cambio del lugar hacia que algunas preguntas llenasen mi cabeza, ¿Que hacía todo eso allí? ¿Desde cuando estaba ahí?. Aún así, me senté en un lado de la manta, el chico se sentó sentó otro lado y me miró, tomó aire y empezó a hablar, le presté mucha atención a lo que iba a decir.

— Yo... t/n la verdad es que me gustas, desde hace un tiempo... no se si tu sentirás lo mismo, pero no quería seguir guardamdomelo, no importa lo que respondas, solo quiero que sepas... que si no sientes lo mismo, no me gustaría que nada cambiase entre nosotros, si eso pasase sinceramente no sabría que hacer, pero si sientes lo mismo... me gustaría pedirte que salieses conmigo.

Me quede sin palabras, no podía creerme que eso estaba pasando, me quede en silencio durante un momento, vi como un rayo de la luz del sol anaranjada iluminaba el rostro del chico que se me acababa de declarar, entonces tomé aire y me prepare para por fin responder.

Hola, espero que este capítulo haya cumplido alguna de las expectativas para la declaración, aunque como siempre me dejo la respuesta para el siguiente cap jajaja, espero que os esté gustado la historia, adiós!