Doctora Manoban

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Giras el pomo, ella esta pérdida en su lectura. Ella dijo 100 días de soledad, cuando en realidad son años. Pero sabes que su explicación para eso tiene lógica para ella....

Sabe que estas adentro, tu olor te delata, eres la única persona que conoces que tiene olor a Sándalo para que su hija no se sienta incomoda con tu olor.

Sabe que lo sabes pero, no va a decir nada.

-Que paso con tus clases Alía- es una de las pocas veces que usas su nombre sin muletillas o en diminutivo. Por que a ella no le gusta-

-Me aburri- no aparta la vista del libro-

-Y tus manos?- tu tono no es pesado, pero es suficiente para que sepa que es una especie de reprobación-

-La corteza del árbol era demasiado granulada- se hunde de hombros-

-ya hablamos de esto...- la Jalas hacia ti y la sientas sobre tus piernas, Miéntras acaricias su espalda-

-pero siempre dices lo mismo- la escuchas cerrar la tapa del libro-

-Quieres hablar de eso?- recoges un mechón suelto de su cabello rubio-

-No. Quiero que la Señorita Jenkings diga que no mentí- se esconde en tu cuello-

-Es eso lo que te molesta?- la reconfortas-

-yo... Nunca le he mentido a nadie. Me incómoda que ella siga eso de mi-

-Entonces... Lo de papá... No te molesto?- la sientes negar con la cabeza-

-La señorita Jenkings me explicó que papá no quería que lo mencionara. Creo que realmente me odia-

Tus dientes se aprietan. Estas en tu limite y agradeces que el bastardo de tu marido este lejos de tu alcance.

-Cariño... Papá... El te quiere a su manera- mientes. Sientes tu ácido estomacal en la garganta de la ira que te da-

-Lo vez... Siempre dices lo mismo. Y luego pasa algo...- su voz es extremadamente calmada-

Esta apuntó de quedarse dormida. Te levantas con ella en brazos y utilizas un botón en la pared para llamar a Seulgui.

Esperas un momento. Revisas tu celular y vez la hora... 4:15.
Debiste estar desocupada desde las 3:30 para ir con la pedagoga.

Seulgui entra encantada por la imagen.

-dejamela a mi. Supuse que te tomaría un tiempo, hací que hize una cita a domicilio con la pedagoga. Llego hace un momento- le agradeces con la mirada. La vez recostarse con Lía en la cama que trajiste para ella hace un tiempo.

-Te amo- susurras al aire antes de salir-

-Gracias pero no me gustas- dice Seulgui en broma-

-tu no. Lía- respondes risueña-

Definitivamente amigas como esas no se encuentran en cualquier lado. Ciertas la puerta pensando en triplicar su sueldo cuando de golpe.

Te topas con la " pedagoga". Y reconsideras si deberías despedirla y lanzarla de un auto en movimiento.

No puede ser posible. Primero Rosé.... Y ahora ella.

Sus ojos avellana se abren y vez que nada a cambiado. Siguen siendo tan expresivos como antes. Lo sabes ya que una capa de dolor y ¿odio? Se deja traslucir...

Tu no has dado un paso. Estas pegada a la puerta de la que acabas de salir.

Y estas frente a una Lalisa Manoban, que aunque ha cambiado.... Sigue siendo la misma.

Cafuné (Jenlisa)Where stories live. Discover now