VIII

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Esa noche acamparon en el bosque, en un lugar donde, al parecer, gente hacía fiestas ya que estaba lleno de botellas de licor, vasos de plástico, servilletas y otras casas más.

Habían podido agarrar algunas mantas y comida de la casa de la tía Eme, mejor dicho Medusa, pero no se animaban a prender una fogata por miedo a que llame la atención de los monstruos.

Decidieron dormir por turnos. Percy se había ofrecido para hacer la primera guardia. Annabeth fue la primera en acostarse y se durmió enseguida. (t/n) insistió en hacer la primera guardia ella pero como ni Percy ni Grover la dejaron se fue a dormir.

Grover se quedó un rato largo charlando con Percy. El sátiro le contó que quería ser buscador y encontrar a Pan, el dios de los pastores y rebaños. Al parecer había desaparecido y lo habían declarado muerto, pero Grover sentía que era mentira y que el dios seguía con vida. Según él, otros sátiros buscadores habían marchado para encontrarlo pero ninguno había vuelto. Grover quería ser el primero en encontrarlo y volver con vida.

Luego de un rato Grover le propuso seguir él con el primero turno y dejar que Percy durmiera.

***

En sus sueños, Percy se encontraba en una oscura caverna frente a un foso profundo. Criaturas de niebla gris, los espíritus de los muertos, se amontonaban a su alrededor tirándole de la ropa y arrimándolo hacia el borde del abismo.

"El pequeño héroe." decía una voz divertida se escuchaba desde la oscuridad del foso. "Demasiado débil, demasiado joven, pero puede que sirvas" era una voz grave y fría. Sonaba como antigua. "Has un trato conmigo. Yo te daré lo que quieres."

La imagen de su madre congelada se hacía ver desde el abismo. Tenía una cara de dolor como si todavía estuviera siendo atacada por el minotauro. Percy quería llamarla y gritar, pero no podía. No le salía ningún sonido de la boca.

"Ayúdame a salir, niño" la voz sonaba más insistente. "Tráeme el rayo. ¡Traiciona a esos dioses!"

Los espíritus le susurraban.

"¡No lo hagas! ¡Despierta!"

La imagen de su madre se desvanecía y la voz del foso se aferraba a Percy, no para acercarlo al abismo, sino para poder salir de el.

"¡Despierta!" seguían susurrando los espíritus. "¡Despierta!"

Alguien lo estaba sacudiendo.

Percy se sobresaltó y abrió los ojos rápidamente. Miró a su alrededor y pudo ver que de a poco estaba empezando a amanecer. Siguió su mirada hacia la derecha y sus ojos se encontraron con unos (c/o).

"Percy" susurró (t/n) un poco asustada. "¿Estás bien? Estabas temblando

Se encontraba arrodillada, tenía el pelo un poco despeinado y la campera impermeable cerrada.

"Si...Yo..." Percy no podía formar las palabras. "Sólo fue una pesadilla" resumió.

"Ya veo." sonrió levemente la chica sentándose al lado de Percy.

Como Percy todavía estaba un poco dormido le costó darse cuenta de que (t/n) estaba levantada en vez de estar durmiendo como los demás.

"¿Y tú?" preguntó confundido. "No sabía que te levantabas tan temprano."

"En realidad no lo hago." respondió ella. "Yo también tuve una pesadilla, supongo."

"¿Supones?"

"En realidad es algo que sueño hace mucho tiempo, desde que tengo diez, creo. No lo sueño muy seguido, pero siempre es el mismo y aunque ya lo conozco no puedo evitar asustarme un poco."

"Puedes contarme. Si tu quieres, claro."

(t/n) sonrió ante la actitud de Percy, siempre estaba pensando en los demás. Dudó un poco pero llegó a la conclusión de que con todo lo que había pasado, lo consideraba un amigo. A parte, él había confiado en ella al contarle la situación de su mamá y Gabe. No veía porque no podía confiar ella en él.

Así que le contó con todos los detalles sobre su sueño. La mujer en la colina, el bebé, Quirón llevándoselo, el drástico cambio al inframundo, la misma mujer rogando por hablar con una niña, todo. Cuando terminó, Percy no dudó en preguntar.

"¿Y qué crees que signifique?"

"Yo...No lo se." respondió (t/n). "Tengo un presentimiento de que el bebé soy yo."

Hizo una pausa para ver la expresión de Percy. Él solo asintió, indicándole que siga hablando.

"Como ya te había dicho," prosiguió (t/n). "yo vivo en el campamento desde que tengo memoria. Nunca fui a un instituto, todo lo que sea estudio me lo enseño Quirón que, por cierto, es un gran maestro."

"Y que lo digas" comentó Percy.

Quirón había sido su profesor de latín y, aunque estaba encubierto, fue sin duda el mejor.

(t/n) sonrió y siguió contando. "Como a todos los campistas nuevos, me mandaron a la cabaña once. Pero a pesar de haber estado doce años en el campamento nunca salí de ahí. Nunca fui determinada. Nunca me reclamaron. Nunca se preocuparon por mí. No se cuál de mis padres es mortal y cual es un dios. No tengo idea de mi descendencia y es frustrante."

Percy notó la angustia en sus ojos.

"Traté de buscar información, le pregunté a Quirón e incluso al señor D, aunque sabía que no iba a sacarle mucho, y no llegué a nada. Yo dije que tenía un presentimiento pero en realidad estoy segura de que el bebé de la visión se trata de mí. No conozco a ningún campista que haya vivido desde tan chico en el campamento. El problema es que como no conozco a nadie de mi familia, no sé cuál es la relación entre esa mujer y yo."

Respiró profundo y volvió a hablar.

"Por eso esta misión es muy importante para mí. Al enterarme que debías ir hasta el inframundo junté la piezas. Tengo la esperanza de poder encontrarme a la mujer de mi sueño y al fin descubrir algo de mi pasado."

Terminó de hablar y los dos cayeron en silencio.

Percy se corrió el pelo de la cara y carraspeó.

"Yo...No se si soy el mejor para estas cosas pero quiero que sepas que tienes todo mi apoyo. Te ayudaré a descubrir tu pasado. No te preocupes."

(t/n) lo miró, una alegría inmensa plantada en su rostro.

Se abalanzó y lo abrazó con fuerza.

"Gracias, Percy. Eres el mejor"

Percy se quedó inmóvil. (t/n) lo estaba abrazando. Sentía el calor subirse por el cuello hacia la cara. Finalmente correspondió el abrazo.

Se quedaron un rato así hasta que (t/n) dijo:

"Vamos, hay que despertar a los bellos durmientes."

ᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ: ʟᴀᴅʀᴏ́ɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora