El efecto dominó - 027

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Se fue sin una palabra, una palabra de sobra o una palabra con la que irse.

El se acaba de ir. Con la mirada vacía.

Sin embargo, lo que giraba en espiral a través de su mente no estaba en blanco, sino que era confusión. Por primera vez desde... por primera vez. Por primera vez, estaba desconcertado en su mente. Y era de una sangre sucia.

Pero ella no era solo una sangre sucia.

Ella era su sangre sucia.

Pero no podía envolver su cabeza alrededor de eso, sus sentidos que lo abofeteaban en la cara por pensar estas cosas ahora estaban amortiguados por el dolor del amor. El amor era parte del corazón. Era solo músculo. El amor no era un sentimiento, era un truco, era un juego que no puedes ganar. Era el juego de Cupido, solo él o ella ganaría el eterno truco mental de un juego.

Pero en cierto modo, la flecha que dispararía Cupido había caído sobre ambos. Pero parecía que el efecto solo le duraba a él.

Ella lo vio como un monstruo.

Aunque solo había sido drogado con una poción de amor, en cierto modo la verdad lo golpeaba. Por mucho que pudiera mostrarle lo mucho que ella le importa, ella todavía lo vería como el monstruo que es. Pero él lo ve.

Se mira en el espejo y se sorprende con el hombre que le devuelve la mirada. No es Tom Riddle mirándolo fijamente, es el hombre que una vez quiso ser.

Señor Voldemort.

Pero qué pasaría si ya no quisiera ser él, qué pasaría si quisiera mantener su nombre.

¿Qué le estaba haciendo esta chica?

Todos los días se despertaba con el pensamiento de la niña y su paradero. Cada vez que respiraba, sabía que si podía dárselo, lo haría. Cada bocado de comida que consumía era uno que le daría a ella si se quedaba seca sin comer.

Si ella se muere de hambre, entonces no le des comida.

Si ella se secó de sed, prohíbale el agua.

Si ella quiere morir, cava una tumba junto a la de ella y pon las iniciales de él que tanto ama al lado.

Un efecto dominó.

A ella le pasa algo, a él le pasa algo peor.

Pero nunca podría decirle... no. Sería una locura, más que eso, completamente ridículo si se quiere.

Pero si no lo hacía, ella seguiría adelante. No como si ella estuviera fija en él. No.

Pero encontraría a alguien si alguna vez encontraba una salida. Vio el plan.

Ella quería escapar de él.

Quería escapar de él.

Pero, como el efecto dominó. No puede funcionar de una manera. Si él no puede escapar del monstruo que estaba mirando en el cristal reflectante, entonces ella no podrá escapar de él.

Uno sufre, el otro lo hace.

Y él se asegurará de mantenerlo así.

=====

Bella había usado más que suficiente de la Amortientia, este sentimiento duraría un día o dos en poco, máximo cuatro días.

Lo que ella no sabía era que el amor abrumador y el amor repentino durarían hasta cuatro, pero la base y los fundamentos del amor permanecerían en su gloria.

Y no sería Bella quien lo presenciaría, sería Elizabeth. Para su consternación.

Subject 7 || Tom RiddleWhere stories live. Discover now