Capítulo I (2-2). 1era Ánima

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Una Hora después. De regreso en Mundo Vivo, a las afuera de Toledo...

Las Almas que ese sujeto seleccionaba las atraía con un simple gesto de su mano derecha con el pulgar; pulgar destacado por estar en un lado anatómicamente incorrecto de esa mano. Destacando además que ese brazo estaba bañado de esa misma savia, desde los dedos hasta el codo; igual con el otro brazo. Intentando realizar una especie de infusión forzosa de la savia en ellas, ejercía la implementación.

—Esta tampoco ha aceptado la savia —dijo al comprobar el resultado de la prueba.

Sin compasión o empatía arrojó el alma experimentada junto a las desechadas. Dentro de una gran cápsula álmica de cristal que impedía su autodesarrollo y subir a Nivel 2, detrás de esa cápsula más le acompañaban, donde podía suponerse que ese experimento ya llevaba su tiempo.

—¡Otro fracaso! Pasando a la prueba 53 de la Obligación de juramentación de la técnica prohibida —exclamó directo, como si alguien más de él estuviese pendiente de la prueba.

Sin saber que era espiado, detrás de unas rocas una mano esquelética en posición arácnida estaba espiando. Con un ojo rojo en la punta del dedo medio observaba al individuo.

A una distancia más lejana y escondiéndose, un tuerto encapuchado y exento de su mano izquierda recibía tanto la visualización como la audición de lo que sucedía allá.

—¿Juramentación obligada de la técnica prohibida? —repitió curioso lo que dijo el tipo que espiaba.

Y como en cada prueba, el Ánima de piel negra y atuendo casual alzó sus brazos envueltos de la sustancia viscosa, metiendo sus manos en el interior del alma sin mentalidad formada. Empezó forcejear desde el interior, provocando que el alma sometida sufriera de múltiples deformaciones de la estructura; desde una nube, esfera, pasando a otras formas rectas. Hasta adquirir una forma espinosa y de un color blanquecino intenso; a su vez derrochando savia de todo su ser.

—¡Por fin! —exclamó al ver resultados competentes.

Extrayendo sus manos presenció mejor el estado del espécimen de la prueba.

—ALBA, HE CONSEGUIDO QUE UN ALMA SE CONVIERTA EN UN SAVIALMADO. ¡SIN SU CONSENTIMIENTO! —Soberbio y a todo pulmón informó a un tercero de desconocido.

Haciendo que la mano-araña espía diera un pequeño brinco de la impresión, levantando el dedo con el ojo. Debido a que el chico se sorprendió mucho por volver a oír ese sustantivo de savia.

Lamentablemente, para el Ánima la victoria lograda duró poco. Al cabo de un segundo su logró se esfumó cuando el alma deformada con púas regresó a su forma original, expulsando a todos lados la savia en su interior. Igualmente, al científico de apariencia casual, mientras esa esencia adquiría otra tonalidad.

—¡Guiirr, Maldita sea! —Molesto deshecho al difunto de color apagado con él resto.

Y con los ojos cerrados en cólera sé pellizcó el espacio entre las cejas, entendiendo que este era el punto máximo de las expectativas de su experimento.

Apareciendo flotando cerca suyo un panel álmico, del cual solo se mostraban las ondas sonoras de una desconocida.

—¿Qué ha sucedido Antonio? —habló una mujer misteriosa.

Respirando profundamente el manipulador fracasado y nombrado se dirigió al panel presente. Vinculado a su compañera de la misma asociación.

—Retiro lo dicho mi señora Alba, la última alma Nivel 1 ha rechazado la técnica de la Savialma. He verificado que no existe forma de que un alma pueda utilizar el poder de la Savia sin antes jurar toda su lealtad, por supuesto este debe estar consciente y ser un alma de nivel 2; ya sea en un Activo o Ánima. —Serio comentó.

El Ejecutor de la Muerte (Libro 1) (Ya Publicado)Where stories live. Discover now