Muchos piensan que al morir vas al Cielo o al Infierno, depende si eres malo o bueno. ¿Y tal vez sea así? Pero no es así en esta historia.
Es cierto que, al morir el alma es dirigida a uno de esos dos destinos por una fuerza del más allá, llamada Si...
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El Espectro Albino había mantenido comunicación con otra Ánima cercana, reportes sugieren que se hace llamar "Bruja Sombría".
Usando unas Garras álmicas como herramientas ataca y captura a las almas que se le acerquen. Es tan poderosa que incluso puede fácilmente contra almas de nivel 2: Activas y Ánimas.
Vuestro objetivo es ejecutarla e investigar sus intenciones al aliarse con Albino. Se ha detectado también un poder Álmico mayor en ella, es posible que haya su poder incrementado a causa de un uso mayor de la savia.
A Hora y media después. Varios kilómetros lejos...
La penumbra de la madrugada bañaba con frialdad a este sereno campo, los coyotes se levantaban porque pronto serían las cinco de la mañana.
Pero una persecución ocurría por ahí, una que no podía ser vista por los seres vivos.
Una mujer delgada con aspecto de bruja todo de negro, cabello largo que cubría su rostro y de busto grande, acompañada de sus dos guardaespaldas, otras dos Ánimas. Huían de La Muerte misma y otras dos almas Nivel 3, Supervisores.
Los enemigos huían volando a gran velocidad, disparando los dos sirvientes de la bruja ejecuciones generadas de sus puños.
Los agentes junto al encapuchado les esquivaban, mientras que el chico bateaba con su guadaña algunos que otros disparos. Incluso bateó uno que iba dirigido a uno de sus compañeros.
—¡Olé, gracias Ejecutor, Alfa Vargas! —Agradeció con el pulgar en alto.
—¡De nada, pero solo dime Ejecutor! —Correspondiéndole con el gorro puesto.
La bruja detuvo su corrida junto con sus compañeros, e invocando deprisa a tres de esos esbirros sin alma, Des-ánimos. Ordenándoles que fueran directamente contra el chaval, ignorando a sus ángeles.
Empuñando él su guadaña combatió contra los Des-ánimos, mientras que los agentes con grandes alas a su espalda seguían su rumbo hacia la invocadora. Que curiosamente habían dejado su vuelo y no mostraba algún interés de querer combatir.
—¡Id contra el chico! —Cubierta por su gran sombrero ordenó a sus hombres.
Y tras una confirmación asintieron, volando con sus herramientas de tamaño pequeño (dos mazos) fueron hacia el niño. Ignorando a los otros de edad equivalente.
Concentrado en su batalla el usuario de la guadaña no sabía que venía. Pero con un chasquido la dama creadora de esos espantos los desintegró; sin abandonar su posición.
