Capítulo V (2-2). ...Y presentaciones.

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Parecía que "El Rey" ganado, solo tenía que llevarse a su premio cogido sobre su hombro. Pero se había olvidado de que aún tenía una enemiga. Y se cuenta de ello cuando de repente y por su espalda un pequeño gato corriendo a toda velocidad le atacó con un cabezazo; pequeño pero letal. Tumbándole tan fuerte que el congelado que cargaba se le salió por los aires, quedando flotando en el aire a 20 metros de distancia, pero aún con la daga incrustada.

Gruñendo entonces el hombre de gustos particulares, mientras que el signo oscuro se manifestaba en el campo. Y el indicador aparecía en lo alto.

—¡¿QUIÉN SE HA ATREVIDO A TOCAR AL REY DE TODOS LOS NIÑOS?! —Auto glorificado y rabioso se levantaba buscando pelea.

No obstante, no veía a nadie en su campo de visión, pero debía estar por ahí ya que ni a su frente ni en las alturas encontraba al Alma impertinente. Hasta las palabras venideras de una insignificante criatura.

¡Aquí abajo! —Llamándole con un comunicado telepático álmico una pequeña gata anaranjada, sin dedos en sus patas traseras—. ¡Has neutralizado al ejecutor y sellado a un Supervisor! ¿Ahora veamos si podéis con la Aprendiza más poderosa de todas?

Valiente o tonta esa agente a medias mantenía pose de combate, deformada en un simple animal de tamaño menor del promedio de su especie.

Pero como era de esperarse, al grandote solo risa le causaba el valor de ella.

—¡Guía jaja, he sabido de agentes de todo tipo, pero ahora ya lo he visto todo! —Riéndose a pesar que su contrincante se mantenía lista para la batalla—. Como sea, ¡acabaré con esto rápido para deshacer el signo!

El Ánima moviendo su pierna derecha intentó patear a la alimaña. No obstante, la gata le esquivó de un gran salto, atacándole con otro cabezazo que lo empujó considerablemente.

—¡¿AHH?! ¡TÚ! —Encaró a medio metro tras un frenazo.

Rápidamente ejecutó puñetazos con todos sus brazos, que evitó la gata con más saltos y barridos. En seguida la minina restauró su anterior forma antropomórfica y humanizada, atacando con un derechazo al pelotudo, y a pesar que bloqueo el ataque con sus cuatro brazos la potencia de la fémina era tal que lo envió al límite opuesto del signo, chocando él contra la barrera invisible que lo electrocutó y lo dejó en el suelo.

—¡CHUPATE ESA! —Dando brinquitos con sus pies bufó en alto la mujercita, posando en el aire (centímetros sobre el suelo) como una luchadora de boxeo.

Recomponiéndose de un salto invertido aquel individuo de mal comportamiento.

—¡¡¡PAGARÁS POR ESO!! —gritó de rabia tras observar la pérdida considerable en su barra álmica.

Enseguida el susodicho rey comenzó a correr a alta velocidad.

Por lo que la felina comenzó a disparar frenéticamente poderosos rayos de cada mano. Pero la velocidad del pedófilo era tan superior que lograba esquivar los ataques con gran precisión, llegando hasta a la felina.

—Os doy crédito por engañarme con vuestra apariencia insignificante anterior. ¡Pero hasta aquí! —Bajando la mirada funesta declaraba su enojo.

Comenzando la Demoniza (oficial) y el hombre demonio (de mente y no oficial) una desencadena lucha de boxeo sin guantes. Y a pesar que la enana le daba pelea, al poco tiempo no pudo contra el enemigo de cuatro puños. En especial cuando él le cogió de su cuello con las manos superiores, ejecutando con los inferiores rayos de savia.

Enviándola lejos, derrapando con su cara contra la tierra. Aunque en realidad no hacía ni brisa en el plano físico; pero, de todos modos, su sufrimiento si era real para ella.

El Ejecutor de la Muerte (Libro 1) (Ya Publicado)Where stories live. Discover now