Adiós

74 13 1
                                    

Las noches cada vez son más difíciles y menos mal es la penúltima. A penas salgo del local después de que otro compañero llegara veo a Mike a lo lejos mirarme, me sonríe en cuanto le devuelvo la mirada. Suspira de alivio, se nota de lejos que es quien se alegra de verme pasar las noches, si Evelyn supiera lo que pasara estaría llamándome todo el tiempo y también estaría feliz de verme con vida. Aún así, se siente tan bien cuando alguien más a parte de mi mejor amiga le alegra mi presencia y aprecia mi existencia dentro de su vida.

Tuve la necesidad de acercarme a él, tan solo para hablarle antes que entre.

—¿Qué haces? —me cuestiona confuso— Deberías ir derecho a tu casa, debes descansar.

—¿Por qué te preocupo tanto?

Michael no responde, al contrario, se pone nervioso a lo que traga saliva y se acomoda la corbata. Empieza por rascarse su cuello, el cual si lo miro bien tiene una larga cicatriz que parte dede su mentón y termina quién sabe si en su pecho o solo es por su garganta. 

—Me pregunto lo mismo, la verdad. Porque tú haces lo mismo conmigo —responde.

Tomo su mano, intentando que pare de rascarse antes que se hiciera daño. Le acaricio su mano con mi pulgar suavemente hasta soltarlo.

—¿Podrías llegar temprano el viernes a tu turno? Creo que quiero hablar contigo y posiblemente presentarte a alguien.

—Claro —responde dudoso.

—Esta bien, es mentira. Quiero hablar algo contigo y creí que sería mejor... ese día.

Él suspira y se acerca a mí solo para tomar mi rostro y besar mi frente.

—Nos vemos el viernes entonces, rubio —se despide pasando de largo pero sin cortar la mirada hasta finalizar su despedida.

Todo es raro, demasiado extraño que hasta tengo tantas preguntas ahora mismo.

Algo que recuerdo muy bien es el hecho de que antes de aceptar el contrato y empezar a trabajar aquí me puse al día con respecto a las desapariciones de infantes y los dos grandes casos en relación a esta pizzería. Lo vuelvo a reiterar porque en mi mente todo se ha vuelto muy complejo desde que él ha dicho su verdadero nombre. Tuve ayuda de Evelyn con quien pude contactar brevemente a través de un correo antes de venir a mi tercer turno nocturno, ella había enviado una breve respuesta respecto a un tal Afton, alguien que comparte el mismo apellido que Michael pero que no era él, sin olvidar que ese sujeto tenía el aspecto de alguien mayor a diferencia de Mike. No culpo que haya buscado ocultar su identidad pero me sigue dando el coraje de querer preguntarle el porqué y en especial que si de todas las personas con las que trabajara, ¿por qué de la nada soy yo a quien ayuda? Porque hay que admitirlo, esta no es la historia que te venden algunas películas acerca de un tal "elegido" el cual está destinado a hacer todo por un bien común según quien relate la historia. No, es solo que dudo mucho que haya hecho todo como si fuese un simple amigo, lo haces con alguien que gustas o con alguien que llevas muchos años de conocerse, algo con una gran química.
No quisiera preguntarle acerca de este sujeto o de seguro sentirá que lo estaré acorralando, lo más probable es que en futuro podrá confesarlo y dudo que me haga daño, algo me dice que si fuese así ya lo habría hecho pero posiblemente en defensa propia. Mike parece que lo único que quisiera tener desde que se mostró a la defensiva con el comentario respecto a su piel es que solo quisiera una vida tranquila, si es posible lo más normal posible después de toda la rareza que ha vivido.

Llego a casa y lo primero que hago es desayunar con calma mientras pienso cómo lo haré para poder descansar aunque sea un rato porque es el turno nocturno e inmediatamente el turno diurno junto a los demás. La diferencia es que por lo menos podría salir mas temprano debido a mi cambio brusco de horario.
Me tomo una ducha fresca para poder ponerme el pijama y lo primero que viene a mi mente es ese beso en la frente que me da. Eso no se lo das a un amigo, quizá me ve como un hermano menor, quizá por eso quisiera protegerme. Todo es muy confuso. Sus comentarios, su mirada, sus acciones, su sonrisa... su dulce sonrisa. Aún así me llega a doler pensar que solo me viera como un hermano, ¿qué otra cosa podría ser?

Detrás de las cicatricesWhere stories live. Discover now