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Fue una noche mágica, me la pasé bailando con Fleur hasta que tomadas de la mano me dio todo un tour por la ciudad que estaba llena de cosas increíbles, me explicó un poco de como funcionaba la sociedad veela y por último me enseñó su casa lo cual me sorprendió mucho porque pensé que vivía con su madre.

Tenía un jardín enorme y bien cuidado demostrando una vez más sus habilidades en la jardinería, me mostró la casa que consistía en 7 habitaciones con baño propio y una biblioteca enorme la cual se llevó el resto de mi atención. Al final de la noche me dio un beso en la mejilla dejándome en la puerta de mi habitación. Definitivamente me encanta esta faceta de Fleur en la que cuida todos los detalles y me da mi espacio. Me prepare para dormir y me metí a la cama...

Estaba nuevamente en la Mansión Malfoy, podía percibir todo igual que en aquella ocasión, en el fondo sabía que era otra de mis pesadillas y aunque quería no podría detenerlo. Todo pasaría otra vez, podía sentir mi brazo doliendo, escuchaba los gritos de Bellatrix llamándome sangre sucia, denigrandome de formas que nunca creí posibles.
Desperté sudando y con lágrimas en los ojos, siempre era la misma pesadilla y a pesar de saber que no era cierto y que no se estaba repitiendo, despertaba cansada y sin ganas de absolutamente nada.

Levante la manga de mi pijama y ahí estaba su marca, no podía evitar sentir repulsión al verlo, hasta que unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, sabía quien era así que solo murmure que pasara.

— ¿Estas bien? Te escuché gritar y no sabía que hacer — estaba realmente preocupada por lo que me pasaba sus ojos me lo decían.

— Ven — le dije haciendo espacio para que se sentara a mi lado — son pesadillas, las tengo ocasionalmente desde la guerra — dije recordando que no había bajado mi pijama asi que lo hice rápidamente para que no viera lo que ahí estaba escrito, pero creo que fue muy obvio porque suavemente tomó mi mano y sin dejar de verme a los ojos levantó nuevamente la tela. Me sentía tan avergonzada de que me viera que sin quererlo comencé a llorar.

Ella rápidamente me abrazo y en la seguridad de sus brazos llore como nunca lo había hecho desde que terminó la guerra. Teníamos una responsabilidad tan grande que no había tiempo para detenernos.

— ¿Quien te hizo esto Hermione?
— Rumbo al final de la guerra fuimos capturados y Bellatrix enloqueció porque llevábamos la espada de Godric Gryffindor, muy pocos lo saben, pero aquella noche fui torturada hasta que Ron y Harry pudieron escapar con la ayuda de Dobby. La esposa de Bill fue la que me ayudó en el proceso pero a pesar de sus esfuerzos no logró quitarme la marca del brazo. — Fleur tomó mi mano entre las suyas y suavemente dejó un beso en la marca.

— Esto no te define Hermione, tú eres más que una marca en tu piel y te prometo que haré todo a mi alcance para quitartela, lo superaremos juntas — tomo mi cara con ambas manos y me dio el beso más dulce. Al separarnos se acostó y abrió los brazos como invitación, me acosté y abrazadas nos quedamos dormidas.

A la mañana siguiente desperté porque la luz me daba en los ojos así que me gire encontrándome con Fleur abrazandome protectoramente, había dormido como no hacía desde que empezó la guerra. Me levante sin hacer ruido y aun con la pijama puesta baje a preparar el desayuno para ambas.

Cuando sentí un par de manos en mi cintura y un beso en la mejilla
— Dejame ayudarte mon cheri
— Siéntate, ya esta todo listo — no podía evitar sonreír, la vida parecía tan sencilla con Fleur. Aunque el  gusto no me duró, apenas me senté a desayunar llegaron a avisarle a Fleur que tenía una reunión no programada con la señorita Couture.

Fleur se levantó de inmediato y me pidió que la acompañara, le dio instrucciones al guardia de no dejarla entrar hasta que volviéramos y me llevo a mi habitación.

— No se que hace aquí tan temprano, pero creí que no te gustaría que te viera en pijama, aunque te ves hermosa con lo que sea — terminó, haciendome sonrojar, le di un beso en la mejilla murmurando un "gracias" y entrando a ducharme rápidamente.

Diez minutos después nos encontrábamos en la sala con la señorita Couture frente a nosotras.

— Lamento venir sin anunciar pero hay temas de suma importancia que debemos tratar, a solas — esto no me estaba gustando nada, su pose arrogante no la abandonaba

— No te preocupes por eso, con mi esposa no hay secretos, continúa por favor. — No esperaba eso y por su cara ella tampoco

— Esta bien, ¿qué vamos a hacer con el tratado firmado por nuestras abuelas? — sabía a lo que se refería pero por la cara que tenía Fleur no parecía traer algo bueno

 

Hasta aquí el capítulo de hoy, espero les guste tanto como a mi escribirla.
¿Qué creen que pase? Estaré leyendo todas sus teorías en los comentarios.
No olviden dejar su voto, es gratis 😉

¡Que Inesperado! Where stories live. Discover now