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— En el capítulo anterior —

Sentí el momento exacto en el que todo se salió de control, Fleur lanzó un hechizo que dejó inconsciente a Elaine y corrió a mi encuentro evaluando mis heridas pero nuestros problemas apenas comenzaban, la puerta de la habitación se abrió dejando ver a Adaline parada con una sonrisa siniestra...

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— ¡Vaya! Pero que linda pareja, por mi no se detengan — dijo sarcástica.

— ¿Qué quieres? — pregunto fleur a la defensiva parándose frente a mi.

— Lo que siempre he querido, le confíe mis mayores secretos a la inútil de mi hija solo para ver cómo me traiciona por algo tan tonto como su compañero.

No pude evitar mirarla sin entender, ¿Elaine encontró a su compañero?

— Elaine siempre ha sido fuerte y tú no has sabido valorarla solo la has utilizado. — dijo Fleur y me dio la sensación de que a pesar de lo que acaba de suceder aún la apreciaba.

— No tienes que mentir Fleur, ella nunca te agrado y si soy honesta a mí tampoco. — abrí la boca sorprendida por su cinismo — Elaine fue concebida únicamente para un fin, solo debía nacer para tener el control del clan en mis manos pero como siempre lo arruinó. Y luego apareciste tú — dijo viéndome con odio. 

— Eres un monstruo y siempre lo serás — dijo Fleur viendo como Adaline se reía por sus palabras.

— Ya hablas igual que ella, veamos si eres igual de inútil que ella — anticipando sus movimientos rápidamente lance un hechizo de protección.

Era aún más rápida que Elaine, lanzaba hechizo tras otro apenas dándome tiempo de reaccionar adecuadamente, Fleur rápidamente se unió a la pelea luchando codo a codo conmigo.

Por el rabillo del ojo vi a Elaine levantarse confundida pero apenas vio a Adaline tomo su varita y comenzó a luchar.

— ¡Al fin despiertas! Ni con la maldición imperius eres útil. — el horror paso por mis facciones al comprender que la estábamos juzgando equivocadamente una vez más.

Con un rápido movimiento de varita Elaine nos alejo un poco de la pelea con una mirada de disculpa, y comenzó a luchar.

Al verlas fue como estar presenciando la pelea final entre Voldemort y Harry una vez más, las dos luchaban con tanta destreza y odio en sus miradas que solo con mirarlas sabía que esto no podía terminar bien.

A lo lejos vi a varios medimagos acercarse pero los Weasley rápidamente los detuvieron tratando de que haya el menor daño posible y nadie salga herido. 

— Estoy harta de que siempre quieras controlar todo lo que hago y ya no lo voy a permitir, Fleur me ha enseñado más de lo que es la vida en un mes que tú en todos estos años. — Elaine dijo con odio mientras se cubría de una maldición.

De pronto Elaine perdió la lucha contra su autocontrol y dejo de contener su poder enviando hechizo tras otro hasta que la desarmo y de un empujón la tiro al suelo.

— ¿Ahora ves quien es la inútil? Todos estos años a tu cuidado han estado llenos de sufrimiento pero ya no más. — no podía ver el rostro de Elaine pero sin duda el quiebre de su voz delataba lo mucho que le dolía la situación.

— ¿Qué esperas para hacerlo? ¡Mátame ya! — los gritos de Adaline parecían tan lejanos mientras veo con horror todo lo que está pasando.

— ¡Crucio! — No tuve tiempo de reaccionar cuando ya estaba viendo a Adaline retorcerse bajo la varita de Elaine.

Fleur se levantó con la intención de detenerla pero con un gesto de mi parte comprendió que debía dejar que esto pasara, es la única manera de que Elaine saque todo el rencor que siente por su madre.

— No, yo no soy igual que tú, a pesar de todo lo que me has hecho eres mi madre y no seré yo quien te mate. — dijo Elaine terminando con la tortura de Adaline, los ojos de Adaline se abrieron por la sorpresa que inútilmente trato de disimular  y Elaine finalmente la dejo ahí a la espera de los aurores.

Pero  Adaline no es de las que deja pasar las cosas y rápidamente tomo su varita para atacar a Elaine por la espalda; el resplandor verde iluminó la habitación y un cuerpo inerte cayó al piso con un ruido sordo.

Mi mirada se junto con la de Fleur y solo un segundo vasto para saber lo mal que se encontraba por la situación.

Un grito rompió el desgarrador silencio, aquel que solo se encuentra ante la muerte de un ser querido y no hay palabras que decir, solo hay llanto.

Elaine estaba destrozada, a pesar del monstruo que era su madre ella la quería y guardaba la esperanza de que recapacitara pero no fue así y ahora ya no había tiempo, se había acabado junto con su esperanza.

Elaine corrió a abrazar el cuerpo sin vida de Adaline mientras yo abrazaba a Fleur que lloraba desconsolada por lo que acababa de hacer.

No sé cuánto tiempo estuvimos así pero no parecía suficiente, pronto llegaron los aurores en compañía del resto del clan Delacour y la abuela de Elaine, Apolline se apresuro a abrazar a su hija y decirle que todo estaría bien.

Con un gesto avisé a Camille que saldría un momento, había algo que hacer aún y una sola persona podía ayudarme; me aparecí en el ministerio de magia y pedí hablar con el ministro de magia....









Hasta aquí el capítulo de la semana, espero les guste tanto como a mí escribirlo.

Estaré leyendo todas sus teorías y no olviden dejar su voto, es gratis. 😉

¡Que Inesperado! Where stories live. Discover now