En Manada // NCT

Lluvia

¡Advertencia!
Contenido explícito (+18)
Primera vez que escribo algo del estilo. Sepan disculpar los errores.

[🍊]

Las gotas de agua caían insesantes contra el techo, generando un ruido bastante relajate para su gusto.

La taza de té de limón que tenía entre sus manos se sentía cálida, al igual que los brazos de cuerpo contrario que rodeaban su cintura en un agarre firme.

Sentado en el regazo del menor leía un libro mientras el silencio los rodeaban por completo dándole un ambiente de lo más acojedor.
El contrario por su parte solo mantenía los ojos cerrados mientras dejaba pequeñas caricias y se llenaba del aroma de su omega.

Doyoung y Jaehyun finalmente estaban pasando tiempo juntos, solos, y en paz. Sin cachorros reclamante atención o haciendo travesuras por dónde sea, sin trabajo, sin molestías.

No los malentiendan, ellos adoraban a cada miembro de aquella revoltosa manada, por más molestos o ruidosos que sean. Pero a veces ambos solo necesitaban estar juntos, sin la necesidad de siquiera hablar, llenándose uno del aroma del otro.

El castaño menor soltó un suspiro mientras acariciaba la piel expuesta del cuello de Doyoung, comenzando a marcarlo con su aroma, intentando quitar el resto de olores que se le habían pegado. El azabache se recostaba contra el pecho del contrario dejándose hacer.

La lluvia de repente comenzó a caer con más fuerza.

El menor llevó una de sus manos en dirección a los muslos contrarios, Doyoung ese día llevaba pantalones cortos, dejando lo suave de su piel expuesta al gusto de Jaehyun, quien no perdió el tiempo antes de comenzar a apretar las piernas del contrario.

El mayor dejó la tasa de té sobre la mesita frente al sofá y continuó con su lectura, decidido a ignorar el tacto del castaño. Se suponía que hoy tendrían un día tranquilo.

—Jung, detente.— al oír la firme voz de su omega decidió hacerle caso y parar sus caricias en las piernas contrario. En cambio llevó una de sus manos a la cintura del azabache, adentrandola bajo la azul camisa que vestía.

Acariciaba el plano vientre del mayor, subía su manos hasta alcanzar a rozar sus pezones para luego nuevamente bajar y apretar su cintura. Sintió el cuerpo contrario tenzarse bajo su tacto, a la vez que su dulce aroma se intensificaba volviéndose aún más empalagoso.

Kim no decía nada, tampoco dejaba de lado su libro. Jaehyun bien sabía cuánto le gustaba al omega llevar la contraria, Doyoung no se dejaría hacer así como así.

Continuó sus movimientos mientras sumaba delicados besos a la expuesta piel del cuello contrario. Aquel era un gran punto débil del omega, lo supo al escuchar un pequeño jadeo escapar de sus labios.

Con el paso de los minutos sus movimientos se volvían más intensos, al igual que la respiración del azabache sobre su cuerpo.

Mientras con una mano pellizcaba uno de sus pezones, con la otra su tacto viajaba peligrosamente en los muslos contrarios de arriba hacia abajo, sin llegar siquiera a rozar el miembro.

Un agudo gemido escapó de los labios del mayor al sentir al contrario marcar su cuello con chupones y suaves mordidas.
La excitacion comenzaba a bajar por su entrada en forma de lubricante natural como respuesta antes los constantes estímulos.
Si bien Jaehyun no estaba siendo exactamente rudo con él, se sentía demasiado necesitado.

Finalmente el libro del mayor cayó al suelo quedando en el olvido. Los gemidos y jadeos se volvían algo más constantes al igual que ya se podía visualizar una semi erección entre los pantalones cortos del azabache.