¡Omega en celo! pt2

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Yuta se cansó de que su pequeño omega se burle de él, así que es momento de tomar las riendas de la situación.

Mark gimió de sorpresa al ser derribado con rudeza contra la cama, su espalda chocó contra las sábanas rojas y rebotó un poco contra el colchón. Yuta se metió de inmediato entre sus piernas, tomando con una mano sus muñecas y apresándolo totalmente contra la cama.

—Oh mí bonito omega, ¿Cómo se vería esa linda boquita tuya gimiendo por más?

El canadiense gimoteó cuando Yuta rasguñó su abdomen con su mano libre.
La firme mirada del mayor lo ponía nervioso, sentía que se lo comería en cualquier momento, y eso solo lograba excitarlo más. Apretó un poco sus piernas en busca de algo de fricción en su miembro, pero se detuvo abruptamente cuando el japonés apretó con fuerza su pezón, eso había dolido.

—Quédate quieto, omega.

Mark solo podía gemir en respuesta, Yuta le había quitado el dominio en tan solo unos minutos, se sentía caliente, pero el estado de sumisión al que su celo le obligaba a sucumbir lo nublaba un poco.
Usualmente prefería ser el que manda durante los celos, eso lo permitía tener un mejor control de su satisfacción y la de su compañero. Sin embargo, ser sometido por otros lo nublaba, sentía que todo comenzaba a tener neblina y solo podía gemir y gemir deseando ser llenado hasta más no poder. Se sentía como una muñeca sin vida a la que debía llenar de polla para funcionar.

—Hyung, por favor, lléname.

Eso fue impulso suficiente para que Yuta arranque sin delicadeza alguna los pantalones cortos del menor junto a su ropa interior negra, claramente ambos arruinados del resbaladizo lubricante.

Observó al menor con detenimiento: sus manos a ambos lados de su cabeza, aún contra la almohada, se cerraba con fuerza clavando sus uñas en su palma. Cabello desordenado, ojitos vidriosos, labios brillantes y entre abiertos, con jadeos y quejidos escapando de ellos; pecho y abdomen decorados con marcas hechas por él, muslos lisos y bonito temblando. Miró también el miembro del menor, rojo y brilloso debido a la gran cantidad de líquido preseminal; y finalmente su entrada, bañada en ese dulce lubricante, pidiendo a gritos ser llenada hasta el final.

Mark Lee sería su perdición. Hoy y siempre.

Se acercó al menor, comenzando un beso lento pero profundo. Tomó mientras tanto el miembro del menor, masturbándolo con una pereza frustrante, ganando suspiros de satisfacción por el mínimo contacto.
Tenía sabido el como se estaba sintiendo Mark ahora mismo, sabía perfectamente que le disgustaba ser sometido durante sus celos, pero al mismo tiempo su omega lo disfrutaba como una perra.

Haría su mejor trabajo para complacerlo.

El aire se había terminado por escapar completamente de sus pulmones, obligándolos a separarse y jadear en busca de oxígeno. El japonés aprovechó para comenzar a dejar un rastro de besos por todo el pecho del canadiense, acelerando también los movimientos de su mano en su miembro.
Cuando se aseguró de dejar las suficientes marcas en el pecho de menor, Yuta comenzó a bajar, jugando un poco en su abdomen, pero sin detenerse demasiado allí. Y finalmente llegó hasta los lechosos muslos de su omega, comenzando a marcar completamente la zona.

La mano que le ofrecía atención al miembro de Mark también bajó, jugueteando un poco con el lubricante de la entrada del menor, bordeando y amenazando con entrar, simplemente molestándolo.

—Hyung, por favor.

—¿Por favor qué, omega?

Mark gimoteó un poco ante la vergüenza, pero igualmente respondió a su mayor.

—Lléname. Por favor, hyung, lléname.

Lee apenas pudo terminar de hablar, pues dos dedos ingresaron sin ningún cuidado por su necesitada entrada. Yuta no lo dejó siquiera acostumbrarse, empezó a penetrarlo de manera veloz, añadiendo el tercer dedo apenas segundos después de los dos primeros.
La mano libre del japonés sostenía una de las piernas temblorosas del menor, la excitación lo llevaba intentar cerrarlas; mientras su boca le brindaba atención a los rosados pezones del contrario.

En Manada // NCTHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin