Frustración

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Capítulo dedicado a sho4taro 🦦

[🧡]

Hoy era un día especialmente gris para Shotaro, independientemente de que el cielo ese día haya decidido acompañar su sentimientos con rayos y gruesas gotas cayendo de manera incesante, todo en el se sentía apagado.

Había decidido acompañar a Jeno hasta la empresa a pesar de que era el día libre de la mayoría de los idols y empleados de SM, gran parte de la instalación estaba vacía, no podía juzgarlos, el tiempo libre se volvía un tesoro una vez debutas. No obstante él había aprovechado que el mayor tenía asuntos que resolver para acompañarlo hasta el gran edificio y practicar un par de horas extras.

La coreografía para su próximo regreso estaba lentamente volviéndolo loco, y ni siquiera podía entender por qué. Vamos, era uno de los main dancer del grupo, no podía fallar en algo tan básico como lo eran estos pasos, y aún así lo hacía, fallaba como un jodido principiante.

Un gruñido salió desde lo profundo de su garganta al volver a tropezar con sus pies en la misma parte que la vez anterior.
Se sentía algo cansado, llevaba aproximadamente una hora bailando sin parar siquiera un minuto para descansar, pero aún así caminó hasta su celular conectado al altavoz y reinició la ya repetitiva canción, volviendo nuevamente a su lugar para comenzar a moverse siendo guiado por la melodía.

Tres intentos más tarde logró concretar con éxito la primera parte de la coreografía, sonriendo finalmente continúo con lo que sería su parte central de la presentación, pero lamentablemente la felicidad no duró demasiado, pues el ruido de la puerta de la sala de ensayo abriéndose hizo que su concentración se esfumara en segundos, haciéndolo caer torpemente al suelo.

—¡Taro! ¿Estás bien?

El alfa mayor se acercó velozmente hasta al japonés, ayudándolo a pararse y verificando que se encuentre bien, aunque apenas y había recibido un golpesito.

—Sí, sí, todo bien.

Sin quererlo la respuesta salió de su boca en compañía de un tono molesto y hastiado, causando en el mayor un pequeño puchero.
Jeno solo suspiró con resignación, aún estaba acostumbrándose a los cambios de humor en el cachorro japonés. No se equivoquen, Shotaro era un amor, siempre tan atento y cariñoso con todos, sin embargo el menor tenía un carácter algo... complicado.

—Ya podemos irnos, el mánager nos está esperando abajo con el auto.

El azabache siguió con la mirada al menor quien caminaba en dirección hasta donde se reproducía la canción frenándola y configurándola para que comience desde cero nuevamente.

—Ve tú, me quedaré aquí un poco más, aún no consigo hacerlo del todo bien.

Las mejillas del cachorro se inflaron ante la mención de estar fallando, pero al menos el alfa no comentó nada respecto al tema. Jeno intentó convencerlo de volver con él a casa y terminar de disfrutar el día libre, pero Shotaro solo lo rechazaba con la excusa de tener que seguir practicando. Finalmente el coreano regresó solo y a regañadientes junto a la manada.

Osaki suspiró de cansancio antes de retomar su práctica en compañía del ruido de la lluvia contra el techo de la empresa; pensaba no parar hasta el menos conseguir realizar la coreografía sin fallas una vez, pero solo consiguió que la frustración desbordase de su sistema en forma de berrinche.

Llevo ambas manos a su cabello, tironeando de las hebras grisáceas con fuerza. Sus ojos picaban debido a las lágrimas acumuladas en esto, un incómodo nudo se formó en su garganta y su respiración cogió un ritmo pesado.
Estaba harto, cansado, enfadado y solo quería volver a casa y encerrarse en su cuarto a llorar. La situación lo estaba superando.

Quizás era el clima ayudándolo a volverlo todo más dramático. Quizás era cansancio... O tal vez era el terrible miedo que tenía de decepcionar a su manada.

Lloriqueo por un rato más hasta que un fuerte aroma predominó en la sala de ensayo y erizó los vellos de su nuca. Giró en dirección a la nueva presencia, encontrando a Taeyong recostado sobre el marco de la puerta mirándolo con una suave sonrisa.

—T-Taeyong hyung...

—¿Has terminado con tu berrinche?

Un fuerte sonrojo dominó las mejillas del cachorro ante la vergüenza de que su alfa lo haya visto en este estado.

Patético.

—Oh bonito, ven aquí.

Taeyong se acercó rápidamente al menor tomándolo entre sus brazos, dejado que el cachorro entierre su rostro en su pecho e inhale su feromonas para calmarse.
Shotaro intentó resistirse, odiaba la pena que le causaba que su líder lo viese en tal estado, y más aún luego de comportarse como un niño que hace un berrinche al no obtener lo que quiere, sin embargo cuando el mayor comenzó a marcarlo con su aroma y a dejar pequeños besos en su cabello decidió simplemente dejarlo salir todo.

Descargó todas sus lágrimas en la suave prenda de vestir de coreano, pero eso no pareció importar demasiado a ninguno, la ropa podría lavarse luego.

Shotaro lloró, lloró todo lo que llevaba guardando desde el primer día que su instructor les mostró está coreografía. Lloró más por frustración que por tristeza, más por cansancio que por ira, pero por sobre todo miedo. Miedo de no estar al mismo nivel que el resto de sus compañeros.

Y lo expresó, expresó todo eso y más mientras Taeyong lo consolaba entre sus brazos. El mayor no habló, no hasta que su cachorro terminó de desahogar con él todo lo que llevaba guardado este tiempo; escuchó cada queja y cada miedo del contrario.

Solo quedaban pequeños hipidos en el menor cuando Taeyong decidió que ya era buen momento para separarse.

—¿Te sientes mejor ahora?

El japonés asintió, dejándose limpiar las lágrimas que mantenían su cara mojada.

—Escúchame bien, cielo: nadie tiene el derecho de enojarse contigo por algo de este estilo. Somos un equipo, puedes venir a nosotros en busca de ayuda, ninguno dudaría ni un minuto en dártela, ¿Está bien?

Shotaro volvió a asentir en respuesta mientras su hyung jugaba con sus mofletes, apretándolos entre sus manos y presionándolos para dejar sus labios abultados como los de un pato, robándole así un pequeño pico.

—Eres un bailarín excelente, bebé, pero como todo "bailarín excelente" eres humano. Está bien equivocarse, está bien pedir ayuda, ¿Pero sabes lo que no está bien? Ser exigente al punto de ser autodestructivo contigo mismo. Prométele a hyung que pedirás algo de ayuda la próxima vez.

—Lo prometo, hyung.

Finalmente Shotaro volvió a sonreír, hundiéndose en un fuerte abrazo con su alfa.

—Bien, ahora vayamos a casa, es tarde y estás demasiado cansado, no saldrá nada bueno de sobre exigirse seguir.

El cachorro dudó un poco, aún quería práctica hasta lograr hacerlo bien, pero volver a casa y ocupar el lugar vacío en la cama de su alfa sonaba tan tentador que termino por aceptar sin rechistar.

Después de todo, no había como los mimos de Taeyong.

[🧡]

Holaaa, sé que hace mucho que no actualizo, lamento el hiatus inesperadamente largo (・ั﹏・ั)

Díganme ¿Quienes son sus bias?
El mío creo que se nota, pero es Haechan (◍•ᴗ•◍)🧡

Gracias por leer y por darle tremendo apoyo al fic, lo aprecio muchísimo!!

En Manada // NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora