Críticas innecesarias

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No era común para la manada dar o recibir muestras de afecto que vayan más allá de unos simples abrazos o palabras bonitas frente a sus fanáticas o las cámaras. De hecho, esto se les había prohibido desde el día uno en el que debutaron como un grupo.

Por eso, a todos les sorprendió la primera vez que dos de sus miembros decidieron romper las reglas y regalarles a las fanáticas un suave beso.

No fue nada más que un simple pico, pero ese mínimo contacto entre ambos labios había revuelto las redes sociales a los poco minutos, convirtiéndolo en el tema del momento para los medios de entretenimiento y los canales de chismes que viven a costa de lo que hacen o dejan de hacer los idols y actores coreanos.

Para Taeyong, nunca habría sido problema demostrar afecto a sus miembros, o que ellos lo demuestren frente las cámaras, el problema claramente era la empresa, quienes preferían ocultar ese tipo de actividades y ofrecerles a la audiencia un concepto en el que pudieran idealizar a los idols como futuras parejas.

Y es que, seamos sinceros, todo sabemos que el concepto de novio es el favorito de las fans coreanas, quienes no tienen ninguna pisca de vergüenza de tratar a los idols como suyos aunque sea frente a sus propias parejas.

Así que, a pesar de no estar de acuerdo, Taeyong tuvo que hacerse el duro, ponerse en su papel de líder serio, y regañar a sus dos chicos por romper las directivas de la empresa.

Y se le rompió el corazón al ver a su suave omega agachar la cabeza con tristeza porque su líder están 'enfadado' por demostrar afecto en público; o a su bonito alfa hacer un puchero ante el regaño de "sabes que esto está mal, y aún así lo haces".

Pero lamentablemente era su trabajo, su responsabilidad, sobre todo porque Donghyuck y Kun se escaparon de querer ayudarlo, y Johnny refutó que "ese no era su trabajo".

Así que una vez que Jungwoo y Lucas salieron de su cuarto, Taeyong se permitió dejar caer su máscara y sentarse sobre la dura silla de su escritorio a pensar de todo un poco, en sus miembros, en cómo se llevaban entre todos, la dinámica que decidian tener cada uno por su lado. Pensó en la empresa, en sus fans, y decidió tomar su teléfono y entrar a alguna red social.

Comenzó a bajar entre los hashtags hasta encontrar lo que estaba buscando.
Había algunos clips del beso que unas fanaticas pudieron tomar antes de que el directo sea eliminado, también se encontró con edits bonitos de Jungwoo, o clips de Lucas en algún stage. Pero sobre todo encontró lo que más temía, todo tipo de comentarios y opiniones despectivas acerca de su manada, sus miembros, o el tipo de relación que mantenían entre ellos.

No pasaron ni diez minutos cuando, junto a un gruñido, tiró su teléfono contra el colchón de su cama, haciéndolo rebotar sobre el mismo.
Podía sentir su propio arma volverse amargo y fuerte, y es que ¿¡qué derecho tenía esa gente de opinar!? ¿¡qué más les da lo que hagan o dejen de hacer sus miembros!?

Taeyong no lo podía entender, de hecho nunca podría, y es que en su cabeza no cabe el porqué de criticar la vida de los demás, de estar tan pendientes de lo que hagan otros para así poder sacar todo el odio que llevan dentro y dirigirlo a esa persona con toda la intención de herirla.

El alfa gruñó una vez más antes de inhalar profundamente intentando relajarse. Desgraciadamente no le servía de nada enojarse, después de todo, no cambiaría nada. La gente seguiría pensando que por ser idols tenían el permiso de querer dirigir y criticar sus vidas.

Y se rió al recordar que todo esto surgía de un beso, un simple beso, pero hasta lo más pequeño y delicado ocasiona disgustos.

Luego de un rato decidió abrir las ventanas de su cuarto para que se ventile y salir de allí, necesitaba un abrazo y despejarse, sentir a alguno de sus cachorros cercas, o simplemente mimar a cualquiera que pase cerca suyo.

En Manada // NCTWhere stories live. Discover now