8 - Una cita con el doctor -

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#2

Cuatro meses después del accidente ...

Olivia estuvo yendo a rehabilitación dos veces por mes. Estaba evolucionando bastante bien y rápido, gracias a la terapia a la que estuvo sometida. Ya incluso estaba pensando en la vuelta al trabajo. No había tenido noticias de Randy en todo este tiempo; sabía que ni su padre ni su amiga Azuki lo conocían. Con todo lo ocurrido, a Azuki se le olvidó que un chico llamado Randy anduvo buscándola como loco el día del incidente.

Ming ve a su hija dirigirse a la cocina y va tras ella.

—Buenos días hija —con una taza de café a mano, le da un beso.

—Muy buenos días, papá —Ella le abraza con fuerza, y casi le hace derramar el café.

—¿Qué tal dormiste, cariño?

Olivia se preparaba un vaso de leche con colacao para empezar la mañana con fuerza. Nunca tomaba café, no le gustaba.

—Pues muy bien, la verdad —tomó una pera y una tostada con mermelada para desayunar. Se dirigió a la mesa— Hoy tengo cita con el médico y cuando acabe pienso pasarme por el restaurante a saludar a las chicas.

—¡Oh!, ¿sí? Me parece buena idea. Desde que volvimos no has hecho nada más que ir al médico y quedarte en casa todo el tiempo o hacer deporte. Creo que te hará bien salir y distraerte un poco —dijo, con la taza a la altura de la boca. Le dio un sorbo.

Al terminar de desayunar, Olivia volvió a su cuarto, se puso una minifalda marrón de cuero, un top blanco que marcaba bien sus pechos, dejando al descubierto la cicatriz que le quedó en el lado izquierdo del costado tras la operación

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Al terminar de desayunar, Olivia volvió a su cuarto, se puso una minifalda marrón de cuero, un top blanco que marcaba bien sus pechos, dejando al descubierto la cicatriz que le quedó en el lado izquierdo del costado tras la operación. Se puso unos tacones negros, elegantes, unas gafas de sol y un bolso negro que hacía juego con los tacones y las gafas; se despidió de su padre.

—Hasta luego pá. Nos vemos más tarde —dirigiéndose hacia la puerta.

Ming miró a su hija, pasmado al ver cómo iba vestida.

—Wow, wow,wow. Creo que tendrán que llamar a los bomberos, hija —Olivia se giró, sonriendo.

—Pero qué dices, papá —se ruborizó.

—Hija, no creo que esa sea manera de vestir para una cita médica, ¿no crees es demasiado...—buscó la palabra adecuada— sexy?

—Hmm, no sé. Yo creo que voy bien —se miró el reflejo en la puerta de la nevera— Creo que estás exagerando un poco, papá.

—Bueno, hija, si tú lo dices.

—Hasta luego, papá —se despidió con un beso y tomó la puerta.
Una vez subida al taxi, sonó su teléfono; era un mensaje de Azuki por WhatsApp:

Azuki: Hola preciosa
¿ya estás en la clínica?

Liv bbf: No, amor.
Todavía estoy en el taxi

STRANGE FEELINGS [En curso y en corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora