11 - Canciones y Sabores -

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#1

Sky Avomo

Me encontraba en mi cuarto terminando de editar unas fotos cuando recibí un mensaje de Alisha diciendo que tenía una cosita que mostrarme. Quedamos en vernos en mi casa una vez que saliera del trabajo.

A las cinco de la tarde llamaron a la puerta, supuse que sería Alisha. Fui a ver, y efectivamente ella era. Tía Molly no había llegado todavía, con lo cuál estábamos únicamente ella y yo.

—Hola —saludó desde la puerta.

—Hola —respondí, indiferente—. Puedes pasar —Nos quedamos en la sala de estar—. Bueno, no necesitas que te recuerde que estás en tu casa. Por tanto, si necesitas algo, sabes dónde encontrarlo —me senté con los brazos cruzados.

—Sí, lo sé  —Alisha se dirigió a la nevera—Iré a por un refresco, estoy sedienta. Hoy hizo bastante calor.

Obviamente la relación entre nosotras no era ya precisamente la que solía ser. No, para nada lo era. Por lo menos no después de lo sucedido la última vez en la cafetería. No obstante, esta podía ser una buena ocasión para limar asperezas.

Alisha tomó asiento dos metros a mi izquierda. Por el rabillo del ojo podía verla mirar a todas partes, el silencio era incómodo, hasta que decidió romper el hielo.

—Te echo mucho de menos, ¿sabes? —Hizo pucheros, mirándome a los ojos.

—Pues no es eso lo que parece —expresé seria, con el ceño fruncido.

—¿De verdad crees eso? —su semblante se volvió serio— ¿Realmente crees que estar peleada con mi mejor amiga es algo que me agrade?

—Que yo crea o no eso, carece de importancia, Alisha. Los hechos son los que son y lo sabes —añadí.

Ella parecía sorprendida, indignada, más bien diría yo. Creo que mis palabras y mi tono no fueron certeros. Por lo menos no dieron el efecto que yo esperaba.

—Wow, no me lo puedo creer. Entonces ¿cuáles son los hechos según tú? —inquirió, mirándome a los ojos.

—¿De verdad quieres que te lo diga? —Me levanté de la silla. Ella también se puso de pie, situándose frente a mí con los brazos cruzados.

—Sí, por favor. Me muero por saberlo —sarcasmo.

Sus ojos brillaban por la rudeza de mis palabras y mi actitud. No podía mirarla a la cara, por lo que evité el contacto visual. Caminé hasta la puerta sin articular palabra. Le di la espalda. Era consciente de que la estaba cagando. Los nervios y la culpabilidad empezaron a apoderarse de mí.

—Estoy esperando, Avomo —su voz cambió. La había cagado—. Quiero saber...Quiero saber cuáles son esos hechos a los que haces alusión. Esos hechos que están matando mi relación con la única persona a la que más quiero, después de mi madre —sonaba dolida— Por favor, dímelo.

Al darme cuenta, caí en que estaba siendo injusta con ella. No se lo merecía. Me sentí culpable. Se me formó un nudo en la garganta. A raíz de lo que tal vez fueran "celos" innecesarios estaba perdiendo a mi amiga. Y eso no era justo, ni para ella ni para mí.

Me volteé y corrí hacia ella, abrazándola con fuerza.

—Alisha, por favor, perdóname. He sido una tonta y una completa egoísta al permitir que mi desconfianza hacia Miguel me cegara hasta tal punto de no darme cuenta de que te estaba alejando de mí. Lo siento mucho.

STRANGE FEELINGS [En curso y en corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora