STRANGE FEELINGS [En curso y en corrección]

12 - Femme fatal -

Os animo a leer VANVID, escrito por  Blunamor (un perfil creado por dos mentes; tan perversas como creativas, que se unieron para crear un INCREÍBLE proyecto en común). Esta historia no dejará indiferente a nadie...Creedme😈

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#2

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Clínica Privada Santa Clara
Martes, 15:05 pm
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Una vez despedirse de Olivia, el doctor Peralta se dirigió a su despacho. Nada más entrar, sorprendió a Beatriz, una de las enfermeras, encorvada de manera sospechosa sobre el archivador.

—¿Beatriz? —se sorprendió al encontrársela en su despacho— ¿Qué estás haciendo aquí? —inquirió.

A Beatriz se le abrieron los ojos como platos. Llevaba ahí un buen rato rebuscando entre los archivos, el tiempo que Peralta conversaba con Olivia.

Justo antes de enderezarse, consiguió ocultar con destreza bajo su camisa un dosier. Se giró. Pareciera que hubiera encontrado ya aquello que andaba buscando.

—Doctor. Uhm... —no estaba segura de si Peralta la vio coger o no el dosier— Yo...uhm, est- —  Balbucía palabras, recorriendo con la mirada cada rincón del despacho como si buscara algo, cualquier cosa que pudiera servirle de excusa.

—¿Sí? Estoy esperando Beatriz —su semblante era serio, y el tono de su voz también—. No recuerdo haberte llamado, ¿o sí?

Beatriz era una joven muy astuta. No iba a permitir que su plan se chafara sin siquiera haberse iniciado. Rápidamente se fijó en que habían tirados por el suelo unos papeles, seguramente eran los resultados de algún paciente, pensó. Inmediatamente se apresuró a recogerlos.

—Discúlpeme doctor, siento haber entrado sin permiso. Resulta que justo estaba yendo a buscarle y vi que estos papeles estaban esparcidos por el suelo —se levantó—. De modo que me puse a ordenarlos. Lo siento —sostenía los papeles con ambas manos.

—Ah, sí —Peralta se llevó la mano a la cara—. Debieron habérseme olvidado. Hace unos minutos se me cayeron, creí haberlos recogido todos —rió nervioso— pero ya veo que no. Discúlpeme usted a mí.

—No, no pasa nada. Usted está siempre muy ocupado, doctor. Es comprensible —se corrió el cabello por detrás de la oreja—. Aquí se los dejo —colocó sobre el escritorio los papeles y caminó hacia la puerta.

—Oye Bea, un momento por favor.

—¿Sí doctor?

—¿No tenías algo que decirme? —Peralta tomó asiento.

Beatriz se quedó en silencio por unos segundos, pensando a ver qué se le ocurría.

—Ah, ¿sí?

—Sí, hace un momento —Peralta gesticulaba bastante cuando hablaba—. Cuando te pregunté que qué hacías aquí...