Capítulo 14

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Con el paso de las horas, Diego empezó a preguntarse dónde estaba Emma, pues ella se había ido arriba y él no lo había vuelto a ver. El hombre decidió subir a la habitación de Isadora, pero su empleada no estaba allí, así que se dirigió al cuarto de la chica. Al abrir la puerta, vio que estaba durmiendo, por lo que se la quedó mirando unos minutos antes de irse. Luego, bajó a la sala y se quedó allí hasta que los invitados se fueron a medida que transcurría la tarde.




Cuándo Emma se despertó, ya eran a las siete de la noche. Al ver que estaba oscuro, salió corriendo hacia la habitación de la niña, pero ella no estaba allí. Bajó las escarelas, alarmada, y la vio jugando con sus juguetes en el piso de la sala. Parecía que todos los invitados se habían ido y la habitación estaba impecable de nuevo.




-- Pareces asustada, ¿estás bien?. -- le preguntó Amanda.




-- Hola, mamá. -- la niña sonrió al verla.




-- Me quedé dormida y vi que Isadora no estaba en su cuarto, lo siento.




-- No te preocupes, acabas de levantarte con un buen susto. Vamos a buscar un poco de agua, ¿sí?




Se dirigieron a la cocina con la pequeña siguiéndolas de cerca. Emma parecía estar algo conmocionada, pero se fue calmado conforme pasaban los minutos. Tras servirse un vaso de agua, regresaron a la sala, donde estaba el resto de la familia, para sentarse en el sofá.




-- Todo estuvo hermoso, tía. Felicidades una vez más. -- dijo Rayane.




-- Gracias, querida. -- Amanda le sonrió.




-- Siempre sabes cómo celebrar en grande ¿no?. -- comentó Gustavo, lo que hizo reír a su tía.




-- Aprendí a tener fiestas felices.




-- De veras todo estuvo precioso, en especial la ceremonia. -- dijo Emma.





-- Fue realmente hermoso, ¿no?. -- a Amanda se le iluminaron los ojos y no paraba de sonreír.





-- Princesa, ¿vamos a ducharnos y ponernos ropa más cómoda?. -- preguntó Emma, pues todavía estaban usando las prendas de la fiesta.





-- Sí. Mamá también. -- contestó la pequeña.






-- Bueno, yo también.





-- Disculpen, ¿soy la única que piensa que es cursi que la niñera se dejé llamar <<mamá>>? Porqué, algún día, ella será despedida cuándo Diego encuentre a alguien y Isadora tenga una madre de verdad. -- dijo Rayane con tono pretencioso.





Todos la miraron incrédulos, excepto Emma, quién alzó a la niña en sus brazos y subió las escarelas en silencio; sin embargo, mientras se iba, pudo escuchar que Amanda estaba regañando a la otra mujer. Una vez en la habitación, la joven llevó a Isadora al baño para que se bañaran juntas. No pudo contenerse y la abrazó con fuerza, pues un miedo enorme le había invadido el alma a causa del comentario de Rayane, que le recordó que había perdido a todas las personas que había amado alguna vez. A decir verdad, la pequeña se había ganado un lugar único en su corazón y, en tan solo un mes, le había conquistado por completo. Sabía que no podía encariñarse demasiado con ella, pero no podía evitarlo: era un sentimiento que la sobrepasaba a tal punto que no se imaginaba la vida sin Isadora. Cuando terminaron de ducharse, Emma se colocó una bata de baño y le puso el pijama a la pequeña. La dejó allí jugando mientras ella se fue a su habitación para cambiarse. Respirando hondo, tomó el bolso y se puso un conjunto cómodo. Diego abrió la puerta a los pocos minutos, pero, por fortuna, Emma ya estaba vestida.





Una madre por contrato para mi hija [ PAUSADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora