Emma lo miró un poco preocupada por su reacción y respiró hondo.
-- Organicé una salida con él para el sábado.
-- ¿Qué?. -- respondió Diego enfurecido.
-- Ya la habíamos organizado el domingo, me dió su tarjeta pero terminé perdiéndola y luego me llamó.
-- No, conozco las intenciones de Gustavo y no saldrás con él.
-- Diego...
-- No, Emma, ¿crees que sería normal que estemos tratando de tener una relación y yo salga con alguien que sé que quiere estar conmigo?
-- No, pero es normal cuando se trata de amistad, Gustavo y yo solo somos amigos.
-- Emma, está en tus manos, sabes quién es Gustavo y sus intenciones, así que no sirve de nada hacer la vista gorda. Si lo ves tendrás que olvidarte de mí de una vez por todas.
Diego permaneció muy serio y se fue dando un portazo. Emma se sentía confundida y molesta, guardó el celular y se fue tras él. Diego estaba en su habitación dando vueltas cuando Emma llamó a la puerta. Diego no abrió y Emma continuó llamando. Finalmente, Diego abrió la puerta lleno de rabia.
-- ¿Puedo pasar?
-- No.
-- Por favor.
-- Emma no estoy de humor para escuchar tu amabilidad e inocencia.
Emma entró empujando la puerta y la cerró. Tomó el rostro de Diego con las manos y lo miró, él se negaba a mirarla y desviaba la vista hacia otro lado. Emma entrelazó sus brazos alrededor del cuello de Diego y besó su mejilla y su cuello. A Diego se le pasó el enojo y la apoyó contra la puerta.
-- No hagas eso.
-- Sólo quiero que todo esté bien entre nosotros, no seas así conmigo, organicé una salida con él el domingo y la confirmamos hoy. Mirame por favor, ¿crees que si lo quisiera no hubiera dejado que me siguiera besando o le hubiera dicho de vernos alguna otra noche?
-- No lo sé, realmente no lo sé.
-- Ya sabes que es cierto, escucha lo que digo y créelo.
-- ¿Vas a verlo?
-- Dejemos este asunto en el olvido.
-- Contéstame.
-- Hablaré con él al respecto.
-- ¿Vas o no, Emma?
Ella tomó el rostro de Diego y besó sus labios con ternura.
-- ¿Eso te responde?
-- Dijiste que no querías besarme.
-- Solo por hoy.
-- Me voy a volver loco mujer, aveces quieres y aveces no.
-- Sí...
Emma le acarició el rostro y él la apoyó contra la puerta y la besó intensamente. Ella respondió de forma cariñosa al beso y él la tomó en su regazo y la llevó a la cama. Luego la acostó mientras la besaba y se quedó a su lado. Emma lo miraba y acariciaba su rostro.
-- ¿Ya te calmaste?
-- Es el primer beso del que no te quejas.
-- Porque los anteriores siempre me los robabas.
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Una madre por contrato para mi hija [ PAUSADA ]
RomanceDiego fue abandonado por su esposa y ahora necesita una mujer para que sea la madre de Isadora, su pequeña hija de 3 años. Si quieres saber más ven y descúbrelo y si te gusta no te olvides dar tu votó y seguirme para más novelas. ¡UNA MADRE POR CONT...