Aila siempre esperó encontrar a su alma gemela, es una romántica empedernida. Pero sabe disfrutar de su vida mientras espera por él.
Anoki nunca quiso encontrar a su mate, él ama estar con cuántas mujeres pueda, no quiere atarse a una sola mujer, l...
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Duele, es insoportable el dolor que siento en este momento, sin lugar a dudas en mi vida pensé que mi alma gemela me iba a rechazar como él lo hizo, nada había sido como lo había esperado, absolutamente nada. Siempre soñé con el momento exacto en el que encontraba a mi alma gemela, y los primeros segundos fue tal cual. Vi entrar a Einar acompañado de dos hombres, y enseguida mis ojos se fueron a aquel chico con el pelo de un extraño color entre castaño y pelirrojo, con unos preciosos ojos celestes, un muy buen físico y esa hermosa aura que me llamaba y atraía. Cuando rugió, reclamándome, mi corazón parecía que iba a estallar de felicidad, y cuando lo abracé, oh por la Diosa, en mi vida había sentido tanto con un simple abrazo. Pero la magia se terminó en un abrir y cerrar de ojos, él no me devolvió el abrazo, tampoco me besó ni me llevó directo a su cama, tampoco habló conmigo, lo único que hizo fue separarse de mí y huir, rompiendo en mil pedazos mi corazón, mi alma gemela no me quería, eso era algo que nunca en mi vida pensé que me iba a pasar, y dolía, tanto que solo quería correr a mi cama provisoria y llorar, ahogarme en mis lágrimas y dolor. Pero no podía, había cosas más importantes que un estúpido corazón roto, ya tendría tiempo de llorar.
-Aila – me susurró Aitana apretando mi mano.
-Estoy bien – digo seria y rápidamente limpio dos lágrimas que habían descendido sin mi permiso.
-No, no estás bien, sé perfectamente lo que anhelabas a tu alma gemela y él... No sé por qué, pero él nunca quiso encontrar a su mate, no tiene nada que ver contigo Aila, dale tiempo, estoy segura que va a ver lo gran persona que eres y van a estar juntos como debe ser.
-Yo... nunca me esperé esto – susurro derrotada y Aitana no dudó en envolverme en sus brazos.
-Shh, lo vamos a solucionar, yo voy a hablar con Anoki. Realmente pensé que cuando conociera a su mate se iba a olvidar de esa estupidez de no querer encontrar a su mate – susurra más para ella que para mí – Ven, vamos a hacer un té – me toma la mano y me lleva a la cocina – Eres bruja, ¿no puedes hacer alguna poción para que deje su idiotez? – me pregunta haciéndome sonreír levemente.
-Me gustaría que me acepte por si solo – le digo y ella asiente pensativa. Cuando fue a hablar Einar entra a la cocina con todos sus músculos en tensión, y abraza a Aitana aspirando su aroma, intentando calmarse. Esa simple acción hizo que mi corazón duela aún más, se sentía como un puñal directo en mi corazón, eso que Aitana y Einar tenían yo nunca lo iba a tener con mi alma gemela.
-Einar ¿qué pasó? ¿Estás bien? – le pregunta Aitana mientras le acaricia su pelo, mi incomodidad crece aún más, tengo muchas ganas de ir a mi habitación.
-Quiero matarlo, realmente quiero matar a mi estúpido Beta – lo escucho decir entre gruñidos.
-No quiero ocasionar problemas en tu manada Einar, si incomodo puedo irme a mi aquelarre y volver el día del ataque, podemos coordinar todo por vía telefónica – me escucho decir totalmente ida.
