Treinta y uno

6.5K 506 80
                                    

            El retorno a la manada se hizo en silencio, todos estamos felices por haber ganado esta batalla, pero también tenemos un enorme sabor amargo por todas las vidas que se perdieron en el campo de batalla

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

            El retorno a la manada se hizo en silencio, todos estamos felices por haber ganado esta batalla, pero también tenemos un enorme sabor amargo por todas las vidas que se perdieron en el campo de batalla. El sabor agridulce que todos tenemos se puede apreciar en cada uno de nosotros, pero sobre todo en los que hoy perdieron a un familiar, a un amigo, a un ser querido. Llevamos sus cuerpos con nosotros, así como también a los heridos, esos que los brujos nos encargamos de atender con anterioridad para asegurar su supervivencia.

Llegamos a la manada, y mi lobo se niega a que me baje de él, sigue caminando conmigo encima, agradezco a la Diosa Luna por haberlo protegido, si bien tuvo algunas heridas que ya sanaron, no fue nada grave, Einar y Otto también están bien.

-Malik, tengo que ir a la enfermería para poder ayudar a los heridos – le digo mientras dejo una caricia en su cuello.

-Buscaremos ropa para mí y luego iremos a la enfermería, no pienso separarme de ti – sonrío como una tonta enamorada por lo que mi lobito me dice.

-No puedes hacer eso, tienes que ayudar a tu Alfa, tienen muchas cosas que organizar y malas noticias que dar.

-Otto puede ayudarlo.

-Sabes perfectamente que Otto no está en su mejor momento – lo regaño y él bufa – y si estuviera en condiciones, igual deberías cumplir tu rol de Beta – gruñe bajito y yo río.

-Entonces me acompañarás en mis actividades – dice muy seguro de sí mismo y yo niego mientras río.

-Perdón que me meta en su conversación – dice Kenai y ambos giramos nuestras cabezas en su dirección – En realidad te iba a pedir si me podrías hacer el favor de cuidar de Aitana, sé que va a querer venir conmigo, pero no voy a poder estar pendiente de ella todo el tiempo, por eso te quería pedir si puedes hacerme el favor de venir con nosotros. Ya hay varios brujos y personal para atender a los heridos.

-Debes obedecer a tu Alfa – me dice de forma burlona Malik.

-Ni Einar ni Kenai son mis Alfas para tener que obedecerlos – escucho el gruñido de los dos lobos y pongo mis ojos en blanco.

-En realidad, el ser mate y aceptar a mi Beta, te hace parte de mi manada, así que sí soy tu Alfa – Me aclara Kenai, y yo pongo mis ojos en blanco.

-De todas formas me pediste un favor, no me lo ordenaste – digo con una sonrisa de suficiencia – Pero lo voy a hacer, como dices, ya hay personas que puedan encargarse de los heridos.

Quince minutos después ya nos encontramos afuera del refugio de la manada, con los chicos ya vestido. Einar no dudó ni un segundo en abrir la puerta, y la primera en salir es Aitana de la mano de Kilian, Einar enseguida toma en brazos a este último y Aitana se abraza con fuerzas al torso de Einar mientras solloza con alivio. Y yo solo puedo sonreír enternecida por la hermosa familia que están formando el Alfa y la Luna de la manada.

Una Bruja para el BetaWhere stories live. Discover now