Trece

7.8K 600 38
                                    

            Camino rápidamente hasta la casa de Kira, seguramente allí se encuentre, a esta hora sus entrenamientos terminaron

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

            Camino rápidamente hasta la casa de Kira, seguramente allí se encuentre, a esta hora sus entrenamientos terminaron. Necesito demostrarle a Malik y a todos que no necesito de mi mate, que no necesito a esa bruja. Tenía a cientos de mujeres a mis pies y dispuestas, tenía a Kira que podía satisfacerme perfectamente y a eso iba, a descargar toda esta frustración.

Golpeo su puerta con fuerzas y no pasan muchos segundos cuando la tengo frente a mí con una sonrisa coqueta. Siento a Malik removerse con fuerzas, intentando tomar el control, pero no lo dejo.

-No sabía que habías llegado Beta – se muerde el labio inferior de forma sensual.

-Lo acabo de hacer – digo más seco que lo que pretendía.

-¿Quieres algo para tomar o comer? – me pregunta mientras se hace a un lado, dejándome pasar.

-No vengo a eso – le digo apretando mi mandíbula, para cerrar la puerta y acorralarla contra la misma.

-Por supuesto que no – susurra ella y yo comienzo a besar sus labios con hambre, ella con una mano en mi nuca me acerca aún más y con la otra recorre mi cuerpo.

Nada. Absolutamente nada. Eso es lo que siento mientras ella recorre mi cuerpo con sus manos, no siento excitación, no siento ganas de recorrerla entera, no siento ganas de besarla. Pero me obligo a hacerlo, tengo que hacerlo, tengo que demostrar que esa bruja no me afecta en lo más mínimo.

Un gruñido de frustración y enojo brota desde lo más profundo de mi pecho y aparto con brusquedad a Kira, para después irme de esa casa. ¡Maldita sea! ¿Ahora no iba a poder acostarme con nadie? Vuelvo a gruñir enojado.

-Puedes ir a la mansión del Alfa y nos acostamos con nuestra hermosa mate – me sugiere Malik, pero yo solo gruño enojado, mientras camino a mi casa.

-Que sea la última vez que me haces eso Malik

-Yo no hice nada, hasta tú te das cuenta que esa loba no es nada comparado con nuestra bella brujita.

-Nunca vamos a estar con esa bruja Malik, nunca.

-Habla por ti, yo pienso estar con ella hasta el cansancio – puedo ver esa sonrisa bobalicona en mi lobo, lo que me hace gruñir aún más. Aprieto mis puños con fuerza, y me decido a salir a correr, necesito liberar toda esta energía de mierda. Así que en cuatro patas corro hacia el bosque, intentando liberar toda la frustración mía y de Malik. Intento no pensar en nada, realmente lo intento, pero la cara de esa bruja se viene a mi cabeza una y otra vez. Sus rizos negros y despeinados, sus ojos negros brillando de felicidad, su sonrisa tan amplia y blanca. ¡Mierda! No podía pensar en esa maldita bruja, ¿por qué apareció en mi vida? No la necesito, ¡mierda! ¡Solo vino a complicar mi existencia!

Una Bruja para el BetaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant