Veinticuatro

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            -Anoki no podemos retrasar más la reunión – me repite Einar en susurros, ambos nos encontramos en el cuarto de Aila, ella aún está descansando y yo me encuentro sentado a su lado, aún con ella sobre mí, dejo suaves caricias en su cabel...

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            -Anoki no podemos retrasar más la reunión – me repite Einar en susurros, ambos nos encontramos en el cuarto de Aila, ella aún está descansando y yo me encuentro sentado a su lado, aún con ella sobre mí, dejo suaves caricias en su cabello, mientras hablo con Einar.

-Pueden hacerla sin mí, Aila aún no mejora, no quiero dejarla sola.

-Sabes que no estaría sola – gruñe suavemente Einar, intentando no despertar a Aila.

-Si fuera Aitana la que estaría así, tú no te moverías de su lado – me quejo y él suspira, se despeina el cabello con una mano, frustrado, y suspira mientras asiente.

-Bien, luego te informaré – dice resignado y yo le regalo mi mejor sonrisa.

-¿Qué le informaras? – pregunta Aila con voz adormilada, aún con los ojos cerrados, yo sonrío mirándola, es tan hermosa. Recorro con mis dedos su mejilla y ella sonríe.

-¿Cómo estás Aila? – le pregunta Einar preocupado, sé que él la quiere mucho.

-Con ganas de dormir por una semana entera – se queja Aila y abre sus ojos negros, pero sin moverse de su lugar.

-Entonces descansa – le dice Einar y ella le sonríe.

-No respondiste mi pregunta Einar – se queja ella, sin perder su sonrisa.

-¿Ustedes sabían que Aitana llamó a Jamil para darme celos? – les pregunté para cambiar de tema, sabía que Einar decía algo de la reunión me enviaría con él, aunque en realidad lo que más temía, es que ella quisiera participar de la reunión, aun cuando claramente no puede moverse de la cama. Así que creé una pequeña distracción.

-¿Qué hizo qué? – preguntó Einar frunciendo el ceño.

-¿Qué Aitana qué? – preguntó a la vez Aila.

-¿Ustedes no lo sabían? Pensé que al menos uno de ustedes la había ayudado – estaba realmente incrédulo, ¿ella lo había hecho sola?

-¿Cómo consiguió llamarlo?

-No lo sé brujita, lo que sé es que me da un poco de miedo nuestra Luna, y embarazada parece que se pone peor.

-No hables así de mi Luna – me gruñe Einar y yo río – Aunque admito que a veces también me da miedo a mí.

-¿Quién te da miedo mi amor? – hablando del diablo...

-Na... nadie mi Luna – dice tartamudeando un poco, y Aitana y yo nos aguantamos la risa.

-¿El clan de vampiritos? – pregunta frunciendo el ceño con genuina preocupación, mientras le acariciaba una mejilla.

Una Bruja para el BetaWhere stories live. Discover now