VI

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« ¿Qué haré?, debo darme prisa y tener algún plan»

— Estúpida Beta! Cómo se atreve a golpearme, me las va ha pagar.

Al llegar a la mansión, Mei trajo a yuzu del brazo sujetando con fuerza, al cruzar la puerta tiro a la Omega al suelo.

— Dime por qué esa Beta te sonrió?

— Mei puedo explicarlo no te alteres por favor.

— Es tan difícil obedecer, por qué eres egoísta conmigo?

— ¡Yo egoísta!

— Te salve de un destino fatal, hice mucho por qué fueras feliz, te prometí cuidarte, y tú me engañas.
Dime algo yuzu ¿Es tan difícil amarme? Acaso también piensas que soy un monstruo.

— Mei yo lo siento, pero no te amo, no puedes obligar ha alguien hacer lo que quieras.

— Sabes qué es lo peor que tú eres el amor de mi vida, pero seguiré con mi promesa de cuidarte, eres mía, mía, solo mía, no te irás, no te vayas.

— Entiende que solo te harías daño a ti misma esperando a que te ame.

Las palabras que decía Mei, me dolían es como si ella rogara por un poco de amor, ella comenzó a golpear el suelo con sus manos mientras repetía que yo soy “ El amor de su vida”  me dolió el corazón, verla tan frágil, de repente parecía tan débil, quizás ella ha cometido errores pero todos merecen segunda oportunidades.

Me acerque a ella y la abraze, envolví mis brazos en su cintura mientras mi cuerpo se sostenía en su espalda.

— tú serás por siempre My love ...

Empatia es lo único que sentía, debio ser duro tener una infancia como la de Mei, mis labios buscaron los suyos, ella solo se quedó mirándome mientras algunas lágrimas caían por su rostro, me encargue de limpiarlas con la manga de mi vestido luego le dejé un beso en la frente.

— Esa beta que viste, era Harumin, la ayudante de tu amiga, ella hizo su trabajo y a ti te gustó, le sonreí por cortesía, y si te dió un puñetazo es porque te portaste como imbécil. No te engañe.

Mei levantó a yuzu, busco en los ojos de la Omega la verdad, lo que encontró fue ese brillo tan particular de esos ojos verdes que la habían enamorado. Se sentó en el sofá con yuzu en su regazo, acaricio su cabello con sus dedos.

— Mei no me puedes obligar a que te ame, pero si  puedes dejar que te conozca, quizás con el tiempo aprenda a sentir algo por ti pero y si nunca llega el día me dejarías irme.

— No, yuzu entiende que tú eres mía, nadie más te haría feliz solo yo.

— entonces solo me queda por decirte, haré mi mayor esfuerzo por aprender a amarte.

Levanté a yuzu del sofa, si soy sincera hasta yo misma me doy miedo, no me controlo y termino lastimando a los que más quiero, si yuzu se va, no podría soportarlo, mi única esperanza fue ella, desde que la conocí  ella se ha vuelto el pilar en mi vida.

———

En otro lado de la ciudad se encontraba Harumin, estaba conduciendo sin rumbo fijo.

— Perdoname yuzu, te hubiera traido conmigo.



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